Se mostraron como son, apristas y fujimoristas más las bancadas que los secundan mostraron hoy estar desesperados para blindarse eligiendo contra viento y marea a los nuevos integrantes del Tribunal Constitucional, sin observar los procedimientos que para el efecto existen.
Temprano, haciendo gala de su presunta mayoría optaron por llevar a cabo la elección para la elección de los nuevos miembros y «programar» para las 4 de la tarde la presentación del premier. Ganándose prácticamente a pulso la disolución del Congreso; pero que luego fue enmendada al admitir que Salvador Del Solar cambie el orden y exponga la cuestión de confianza.
Fue clamoroso comprobar que la mayoría congresal no había leído el artículo 129 del Congreso de la República que sí le da facultades al premier y a los ministros a tomar parte de las sesiones del pleno, con derecho a voz si no son congresistas, como es el caso Del Solar.
Aturdidos por la ilustración, el ala dura del fujimorismo representado por Rosa Bartra y Luz Salgado, finalmente tuvieron que admitir su error aunque usaron luego el eufemismo «por cortesía», cuando debieron decir «por ley».
Fue también notoria la manipulación aprofujimorista del Canal del Congreso, que se cortó su transmisión para evitar conocer los incidentes que se produjeron, así como el cierrapuertas que ordenó el presidente del Congreso Pedro Olaechea, hasta que la ministra y congresista Gloria Montenegro denunciara la ilegalidad.
Cuestión de confianza
El Ejecutivo así, a través del premier, presentó la cuestión de confianza y un oficio al pleno para que decida si archiva o no el proyecto de adelanto de elecciones, luego de que la comisión de Constitución lo archivara.
«La raíz de la crisis es la corrupción y está haciendo que los peruanos estén perdiendo credibilidad política, por lo que el presidente de la República propuso el 28 de julio el adelanto de elecciones» manifestó Del Solar, para luego decir «Pedimos al Congreso a que hoy mismo decida si nos da la confianza».
Las próximas hora serán cruciales para determinar la situación política; en caso de la negativa del pleno del Congreso, el presidente Martín Vizcarra en uso de sus facultades podría determinar la disolución del Parlamento para convocar luego a elecciones para completar el período parlamentario.