Cuando vemos las impresionantes fotos de los paisajes del Callejón de Huaylas, apreciamos un reino de nevados, entre ellos el conocido Huascarán, además de este imponente coloso, el alma de Áncash radica en su gente, quienes mantienen viva sus tradiciones y costumbres, convirtiendo a este destino como un lugar al que tienes que visitar.
No hace falta estar en los Alpes Suizos para divisar e inclusive conquistar los nevados que hay en Áncash, La Cordillera blanca nos ofrece lo mejor de su repertorio que son una suerte de melodía para nuestros ojos, poder apreciar a nevados como el Huascarán (el nevado más alto del Perú con 6,768 msnm), el elegante nevado Alpamayo y el emblemático nevado Pisco.
También puedes realizar los circuitos de trekking (caminata) o si prefieres hacerlo en bicicleta de montaña podrás disfruta de la naturaleza, además de sus hermosas y mágicas lagunas, en donde se cuentan las increíbles leyendas como la Laguna de Querococha, que cuenta la lucha entre un guerrero huaracino y otro de Recuay por arrebatarle una gran campana de oro, ambos rodaron a un precipicio dando como resultado el hundimiento de esta pieza dorada, formando un enorme hoyo de donde brotó agua dando origen a esta hermosa laguna.
Su legado histórico está bien sustentado por la Cultura Chavín, representada por el complejo Chavín de Huantar, presenta diversas edificaciones, pirámides en inclusive plazas que se asientan sobre una ladera.
Sus construcciones piramidales albergan una red de pasajes y cámaras interiores que en algunos casos aparecen superpuestas. Los antiguos pobladores se las ingeniaron para hacer un laberinto, donde resalta el Lanzón de casi cinco metros de alto, siendo una figura monolítica donde hay seres míticos.
Es bueno saber que Huaraz cuenta con un clima seco y templado. La temporada de lluvias es de noviembre a marzo. Siendo la temperatura máxima 24 ºC y 4 ºC la temperatura mínima.
No dejes de visitar estos y más atractivos que te ofrece Áncash, un destino despertará tus sentidos. ¡Vive…viaja!