Los dichos populares “La unión hace la fuerza” y “El que no llora no mama” han sido claves para avanzar en los trámites para la próxima construcción del hospital de la provincia de Huari (que será la primera jurisdicción en contar próximamente con uno de primer nivel). Todas las autoridades se unieron –por encima de sus diferencias- y juntos emprendieron persistentes gestiones tanto en el Ministerio de Salud como en el gobierno regional.
La persistencia y la unión ha permitido incluso superar el tropiezo inicial –tras la primera piedra que se puso el día que se anunció el inicio de los estudios- cuando se concluyó que los terrenos previstos no reunían las condiciones, inmediatamente buscaron la solución y no se quedaron echándose la culpa, un gran mérito de las autoridades huarinas.
En las ciudades de Recuay, Chimbote y Huaraz, en cambio, las mezquindades han estado a la orden del día. En Recuay sus habitantes, tranquilo, con tantas primeras piedras anteriores podrían empedrar toda una calle, hasta que por fin el alcalde Milton León y el consejero Hugo Bojórquez lograron tomar al toro por las astas y la propia ministra de Salud, in situ, ha tomado las decisiones que apuntalen su consolidación.
En Chimbote, también tropezaron con la situación de los terrenos, lo mismo que en Huaraz. En la capital departamental incluso la mezquindad estuvo por todo lo alto cuando el ex presidente regional César Álvarez ya tenía los presupuestos se hizo una oposición sin ninguna salida, y allí nos encontramos: en punto muerto. Consolidar un hospital de primer nivel tomará su tiempo, porque hasta ahora ni siquiera hay terreno saneado, pese a que la prédica tonta fue “sí, pero en otro lugar”.
Ayer en entrevista concedida a Primera Edición, el flamante director del hospital huaracino, Edgar Depaz, ha reconocido que es muy difícil y de largo trámite hacer uno nuevo y mejor es apuntalar lo que se tiene con la consolidación de la también tantas veces postergada Unidad Materno Infantil. En este tema el propio Álvarez y Waldo Ríos no tuvieron las cosas claras y postergaron su ejecución. Hoy, se sabe que siendo la primera demanda la atención a los niños como a las madres no se puede desaprovechar lo andado y la disponibilidad presupuestal tanto del Ejecutivo como de la minera Barrick, pero hay trámites por cumplir.
Otra tarea pendiente es la ejecución del mantenimiento que está a cargo del gobierno regional pero que está largamente retrasado por las inconsistencias que tuvo su convocatoria.
Todos estos hechos han sido expuestos ante la ministra Patricia García quien ha convocado a todas las autoridades para la reunión ejecutiva del próximo lunes, en Lima.
Que, la fotografía que antecede la presente columna no quede allí, todos los que aparecen tienen mucho por trabajar juntos, y no cada quien por su lado.