El hombre se había instalado en Lima. Nunca imaginó que el pasado lo seguiría hasta allí. Michel Jesús Ardiles Calvo, de 33 años, decidió escapar de Huaraz (Áncash) luego de haber sido acusado de la violación de una menor. La chica cayó en sus brazos contra su voluntad y, al despertar, se dio cuenta de que había sido abusada sexualmente.
Por ese ataque el gobierno decidió incluirlo en el programa de recompensas y dar 20 mil soles a quien permitiera su captura. Se convirtió en uno de los violadores más buscados del país, pero la medida dio resultados.
Michel Ardiles estaba viviendo en Puente Piedra. Tenía su grupo de amigos, llevaba una vida normal. Incluso trabajaba en la sección carnes del mercado Señor de Huamantanga, pabellón B. Las noticias de que lo estaban buscando recién llegaron a los ojos y oídos de la autoridades esta semana.
La Sala Penal Liquidadora de Huaraz había pedido su captura. La sospecha era que estaba en Lima fue confirmada por agentes de la División de Investigaciones de Alta Complejidad.
La búsqueda a nivel recayó en esa unidad. Los primeros indicios de que estaba en Puente Piedra surgieron en las redes sociales. Nunca había intentado esconder su identidad. Nunca imaginó que la Policía lo esperaría a la salida de su trabajo para capturarlo.