Dedicar su tiempo a estudiar y jugar es algo que muchos menores no tienen la posibilidad de hacer. Así lo reflejan las cifras del Observatorio Socio Económico Laboral (Osel) de la Dirección Regional de Trabajo de Áncash (Diretra), que indican que en nuestra región el 40.1% de la población de 5 a 17 años trabaja. De este grupo, la gran mayoría vive en la zona rural y ocupa la mayor parte de su tiempo a actividades agrícolas y/o pecuarias.
La información fue brindada ayer en el marco del Día Internacional contra el Trabajo Infantil. El coordinador del Osel, Juan Mendoza Galarreta, informó que -según los últimos reportes- en el Perú la tasa de trabajo infantil es de 21.8%. Añadió que el 16.8% de los menores realiza trabajos considerados como peligrosos o riesgosos para su salud o integridad.
“Muchos menores trabajan en el sector minero, en la explotación de oro, la minería artesanal o en el sector agrícola hasta alta horas de la noche, lo cual es riesgoso para su salud”, precisó.
Agregó que el 1.5% está en un trabajo forzoso y el 5.3% realiza tareas domésticas por encima de las 22 horas semanales, lo cual les ocasiona un bajo nivel de aprendizaje en el colegio.
ÁNCASH. Mendoza Galarreta mencionó con preocupación que Áncash se encuentra entre las regiones del país con mayor porcentaje de trabajo infantil.
En esta línea, precisó que en nuestra región el 40.1% de la población de 5 a 17 años dedica gran parte de su tiempo a trabajar. Además, mencionó que la mayoría de estos menores vive en la zona rural, donde desempeña actividades agrícolas o pecuarias.
“El 40.1% de todos los menores en Áncash se encuentran laborando, específicamente en la zona sierra en actividades agrícolas o pecuarias”, mencionó.
Añadió que zonas de la costa el tipo de actividad que desempeñan los niños y adolescentes están referidos, en su mayoría, al comercio por menor y la venta ambulatoria.
“La mayoría de niños y adolescentes trabajan en condiciones de informalidad”, expresó.
El especialista señaló que en zonas de pobreza extrema los menores deben trabajar a fin de contribuir a la canasta básica familiar, lo cual termina afectando sus derechos a la educación y el esparcimiento.
“Se le restringe ciertos derechos al niño; el derecho al esparcimiento y sobretodo el derecho a la educación, ya que esos niños contribuyen con un 25% para la canasta familiar”, refirió.
Según el Código de los Niños y Adolescentes, los menores de 15 a 17 años no pueden laborar más de seis horas diarias o más de 36 horas semanales. Tampoco pueden desempeñar actividades que represente un riesgo a su integridad o salud. Además, para formar parte de una empresa, se debe contar con la aprobación del padre o tutor y dar cuenta al Ministerio de Trabajo.
Sobre este último punto, Terrones indicó que este año no se ha hecho ningún pedido para que un adolescente pueda trabajar en un empresa. “Las cifras que nosotros manejamos como Diretra son las cantidades de niños que existen en las calles, en restaurantes, que trabajan de manera informal. Las empresas formales a partir de las capacitaciones no están cometiendo esa infracción”, sostuvo.
Fuente: Correo