Gobernador y alcaldes pretendían ir por lana y virtualmente salieron trasquilados. Es una primera lectura que puede darse de los recientes Munis Ejecutivos que acaban de celebrarse en la ciudad de Chimbote, especialmente cuando estaban pensando pedir más recursos. El presidente Vizcarra les recordó que no pueden aún gastar lo que les han asignado y hay fondos virtualmente en el colchón.
Las cifras como se reproduce en nota aparte -en este portal- son elocuentes. Las inversiones del año pasado y del presente año lamentablemente no son las mejores, los niveles de eficiencia dejan mucho que desear. La mayoría de los gobiernos locales como el gobierno regional no cuentan con los equipos técnicos ideales para hacer una gestión y ya están por dejar el mando.
A nivel regional, Ancash debe aprender de que nunca más debe elegir a demagogos como Waldo Ríos y sus antecesores que con sus políticas populistas e improvisaciones nos han conducido al despeñadero, sumadas a sus procesos judiciales y que han acarreado hasta tres sucesiones. Luis Gamarra ha tenido que agarrar toda una papa caliente y para evitar seguir en la cola de las inversiones ha tenido que conciliar con las municipalidades, y entonces vía cambio de códigos hoy se ejecutan muchas obras de corte municipal; pero se están postergando las obras de envergadura de corte realmente regional.
En cuanto a los alcaldes provinciales y distritales, sólo un veinte por ciento ha mostrado eficiencia. El restante 80% lamentablemente hasta ahora no se ubica y hacen del voluntarismo su forma y estilo de gobernar dejando de lado la planificación y el trabajo en equipo, y lo peor de todo es que improvisando groseramente y sin comprender realmente por qué postularon ya están terminando sus mandatos.
Pero de la falta de ejecución presupuestal y efectividad no se salva tampoco el gobierno central. Tenemos un presidente que reemplaza a un técnico que decía ser de primer nivel pero que el cargo evidentemente le quedó más grande que sombrero de charro mexicano.
La nueva transición gubernamental en el nivel central también ha repercutido en la ineficiencia e inestabilidad de los ministerios y sus dependencias donde muchos proyectos se encuentran entrampados, especialmente en la Autoridad Nacional de Reconstrucción con Cambios, entidad que ha tenido que reconocer –en la reunión de Chimbote- que es momento de pasar realmente a la acción y allí ya están los proyectos que se ponen en marcha.
Los acuerdos arribados en la reunión de coordinación intergubernamental no deben quedar en los asuntos meramente administrativos internos; es más bien ahora la oportunidad para alertar que frente a la renovación de autoridades regionales como municipales, la gente no siga apoyando a los demagogos y busque más bien a las personas más capaces, tarea en el que la prensa y la opinión pública tiene más que un reto para desnudar a quien quiera seguir contrabandeando con las expectativas de sus poblaciones.