La justicia peruana está de cabeza. Hoy en horas de la mañana alrededor de dos mil personas entre comuneros e integrantes de las rondas ingresaron a la comisaría, juzgado y fiscalía de Sihuas y donde procedieron hacer justicia con sus propias manos.
Los no más de quince policías no se dieron abasto para controlar al gentío que se desbordó con los ánimos caldeados en vista de que no encontraron en sus despachos al fiscal Arturo Pereira, al fiscal de Paz Letrado Rubén Yauri Ramírez y tampoco al juez Garro Palacios. Estas autoridades se habían comprometido para el pasado ocho de julio a presentar informes sobre las investigaciones referidas a la muerte del joven Eloy Cueva Soto (18), acontecido el pasado cinco de mayo.
Cueva, primero fue reportado como desaparecido y 21 días después fue encontrado muerto en la localidad de Ragash por lo que los ronderos recurrieron a las autoridades jurisdiccionales para esclarecer el hecho.
Tanto la policía, la fiscalía como el juzgado se comprometieron a mostrar preliminares resultados el pasado ocho de julio, pero en esa fecha no se dio ninguna respuesta, por lo que hoy procedieron a movilizarse y al no encontrarse a sus titulares optaron por ingresar a los recintos del Juzgado como del Ministerio Público.
Los expedientes judiciales de ambas instituciones fueron sacados hasta la plaza de armas donde se procedió a quemarlos ante la atónita mirada de los litigantes y los ciudadanos de esa localidad.
Cleume Soto Román, tío del occiso, lamentó lo sucedido pero dijo que los ronderos y demás protestantes procedieron así ante la indiferencia de las autoridades. “Acá no hay justicia, las autoridades no cumplen con sus funciones, retardan mucho y la gente está cansada de esta situación” remarcó en entrevista para Ancash Noticias.
N.R.- Agradecemos la colaboración del corresponsal de Sihuas Kiko Liñán.