Muy indignado y procedente de la provincia de Sihuas llegó a la ciudad de Huaraz el ciudadano Alfonso Llanos Castillo para denunciar a los magistrados del Ministerio Público y el Poder Judicial de avalar el despojo de su propiedad validando un título de propiedad presuntamente -firmada por su madre- y que los invasores Eugenio Saturio Romero y Zoila Llanos Castillo alegan tener.
Pero lo insólito de todo esto es que han validado un documento de escritura pública cuando se asegura que fue firmada por la madre del denunciante a dos meses de su fallecimiento. Llanos Castillo dijo que su madre falleció en junio de 1996 y el documento fue firmado en agosto del mismo año, es decir dos meses de haber muerto.
Estos hechos no fueron tenidos en cuenta por el fiscal ni el juez de la provincia, que resultaron amparando a los presuntos invasores, por lo que el hecho fue puesto de conocimiento de las autoridades superiores del Ministerio Público y el Poder Judicial que operan en Huaraz.
Llanos narró que en el Ministerio Público la fiscal superior Azucena Mallqui había conminado al fiscal a enmendarse pero éste hizo caso omiso; lo mismo pasó en el Poder Judicial pese a que la ODECMA tuvo conocimiento documentado.
Lo más lamentable de todo es que en el Poder Judicial también los magistrados Máximo Maguiña Castro, Silvia Sánchez Egúsquiza y Fernando Espinoza Jacinto también dieron la razón a los esposos Saturio-Llanos.
Demanda justicia
Alfonso Llanos Castillo, con una frondosa documentación que entregó a Ancash Noticias, pidió desde este medio que las autoridades del Ministerio Público como del Poder Judicial se interesen por su caso, especialmente que ahora se anuncia la reforma de la administración de justicia.
“No hay justicia en este país y en nuestra región, las influencias siguen pesando por encima de la Ley y encima los usurpadores que ahora se reclaman propietarios de mi predio más bien me estén querellando pretendiendo incluso les repare con sesenta mil soles” se quejó amargamente.
Se espera que ante este escándalo las oficinas de Control Interno de ambas instituciones como sus titulares ordenen la revisión de este insólito caso.
