“Si Lombardo hubiera estado vivo, esto no hubiera sucedido” era el generalizado comentario de anoche, tras la paliza que le propinó Sporting Cristal a Sport Rosario (8 a 0) y de paso sentenciándolo a dejar la primera división del Fútbol Peruano.
Todos echaban de menos a Rainer Torres (DT), Emanuel Espinoza (gerente deportivo) y Rori Mautino (presidente), ninguno tuvo la agalla de dar la cara en la conferencia de prensa después del cotejo, sólo el DT de Sporting Cristal Mario Salas se hizo presente. El técnico rimense, tras felicitar a su equipo, también expresó su solidaridad con los jugadores titulares de Sport Rosario, quienes al mediodía de ayer efectuaron una conferencia de prensa donde dieron a conocer que están impagos desde hace 5 meses y anunciaban que no jugarían en la noche, y como en efecto ocurrió. Sólo estuvo la Reserva y dos titulares.
Mientras tanto se conoció también que otros tres puntos más se han quitado al equipo huaracino, por la causal de deudas y hay un peligro que, tampoco, esté militando en la Segunda División, el próximo año, si no cancela sus deudas.
Más dramática no puede ser la situación del equipo huaracino, que tuvo como principal gestor a Lombardo Mautino para que llegara la división profesional, y las cosechas tanto en lo deportivo como en lo político lo haya aprovechado su hermano Rori, hoy presidente de Sport Rosario y alcalde electo de la provincia de Huaraz.
Hace tres semanas cuando el equipo perdió ante Binacional, Rori Mautino sólo echó la culpa a los jugadores y no hizo ningún mea culpa, lo cual revela que el sentido de liderazgo y responsabilidad están ausentes en él. Este comportamiento deja mucho que desear, más aún cuando está por asumir otra delicada responsabilidad: ser alcalde de la capital departamental.
No nos queremos imaginar, que cuando las papas quemen y angustiado en su gestión por la situación que también está heredando, tampoco quiera dar la cara y como el avestruz trate de enterrar el pico para que se la inercia solucione el problema. Así no, Sr. Rori Mautino.
Claro que es injusto echarle la culpa de toda la debacle a él, pero como presidente de la institución tiene que tener el coraje de asumir sus responsabilidades y plantear las soluciones. Fue responsabilidad de él, haber mal elegido a su gerente deportivo pese a que muchas voces, entre ellas la de los jugadores, lo acusaban de tener un manejo poco transparente del equipo o la llegada de Rainer Torres que –se dice- habría comprado el equipo o sería socio y de paso se convirtiera también en DT con nula labor.
Lo cierto es que Huaraz, se ha quedado sin fútbol profesional; y ahora cunde el temor que por una similar performance también la comuna provincial pueda estar peor de lo que está. Es hora de hablar claro, señor presidente y alcalde electo. No eche por la borda, el legado de su hermano.