Multitudinario fue el adiós que le tributaron los fieles católicos de la zona de los Conchucos que en número de aproximadamente quince mil se congregaron en la plaza de armas de Chacas, así como las autoridades locales
El gentío se congregó desde tempranas horas de la mañana para participar en su principal ágora, y donde se leyó también el testimonial de las últimas horas del sacerdote más querido Ugo De Censi.
Ni la llovizna que cayó por ratos impidió que la prolongada misa de casi dos horas hiciera desistir a los asistentes, que luego del oficio religioso pasearon su ataúd por todo el perímetro de la plaza de armas, para luego ingresar al templo donde será su última morada.
Tal como fue su deseo se construyó un sarcófago debajo del altar de la Virgen de la Asunción, donde en ceremonia privada fue inhumado sus restos, y luego se abrió el templo para que por filas los pobladores visiten su tumba.
Para atender a la multitud que llegó procedente de cincuenta comunidades, en la parroquia y en los barrios adyacentes se preparó comida.
De esta manera se da el último adiós al sacerdote ítalo peruano que fue capaz de fomentar el emprendimiento, la fe y el desarrollo a la zona de los Conchucos y el Callejón de Huaylas en cuarenta años de proficua labor.
