En Áncash a más de 3,389 m.s.n.m., se encuentra el caserío de Chihuán que se hizo famoso gracias a que una congresista hizo un comentario sobre que su sueldo no le alcanzaba para su estilo de vida.
El caserío solo tiene entre 5 o 6 casas, que están en su mayoría deshabitadas ya que migraron a otros lugares en busca de mejores oportunidades. Solo quedan 2 familias que viven.
Son ganaderos, crían ovejas, vacas, burros, caballos y chanchos. Las mucas y roedores son sus problemas problemas en la noche. Por eso tienen el maíz en el techo de la cocina para evitar que se las coman; sin embargo, eso no es suficiente. Tienen tres gatos que no hacen nada para combatirlos.
Los pobladores unen sus esfuerzos haciendo una trocha para unir Chihuán con el pueblo principal, Masin, para que pasen los caballos.
Además, los jóvenes denuncian que no hay oportunidades de trabajo, por eso que migran a otras ciudades para un mejor futuro.
No celebran la navidad
«No hay mucho que celebrar, nosotros no más vivimos. No hacemos nada en Navidad» dice la señora. Ellos viven en escasez y en la pobreza. «En año nuevo triste pasamos», aseguró con lágrimas en los ojos.
«Tengo ocho hijos, pero no sé dónde se han ido», declaró la madre quien parece que no los ha visto por un buen tiempo y que no regresan ni por las festividades.
Fuente: Diario Ojo