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Morillo: hora de gobernar

Recién el viernes pudo apreciarse al gobernador regional Juan Carlos Morillo dejar su tono de campaña para pasar al de gobernante. Lejos de la genérica exposición del día de su juramentación y del informe de los 100 días de gestión ante la prensa, en abril, esta vez el discurso fue más preciso abordando políticas y acciones sectoriales.

Transparencia, concertación y ejecutividad fue lo que prometió durante la exposición de sus lineamientos de políticas, además de centralmente pasar de la ejecución regional -tipo municipal- al tipo macro, como debe ser un auténtico gobierno regional.  Basta ya de pequeñas obras que sólo sirvieron en el pasado para hacer clientelismo político y atomizar las inversiones sin ninguna trascendencia para el desarrollo regional.

En cuanto a obras de envergadura ratificó su compromiso para hacer realidad el proyecto Chinecas, los grandes hospitales referenciales, dinamizar el turismo, la agricultura y los servicios y luchar frotalmente contra la anemia y la desnutrición, temas en los que el consejo regional comprometió su apoyo.

Pero para materializar estas acciones es preciso que el gobernador regional se ordene. Hay una sensación de que su cuerpo más íntimo -asesores- no es el más ideal y hay más que uno, que lejos de coadyuvar a estos logros, se dedica a pretender dinamitar a sus propios funcionarios, como ocurrió en las pasadas gestiones con los resultados que conocemos.

Es también pertinente que el gobernante regional se serene por las investigaciones judiciales que afronta por su hoja de vida o por presuntas responsabilidades en el caso del Canal San Bartolo.  Estos están en investigación, no hay sentencias y entonces ello no puede llevarlo a la parálisis.  Más bien será necesario saber cuánto de confiable es su vicebgobernador, a quien determinados aúlicos le tratan de soplar de ser el recambio, y éste adopta ciertos comportamientos no muy fraternos, que digamos y que será materia de otro amplio comentario.

Es necesario también atender las observaciones de la Contraloría que ya ha advertido la presencia de funcionarios sin el debido perfil y no dan la talla necesaria como pasa en el sector Educación y Salud, y los demás sectores donde todavía no se siente el peso necesario de los nuevos titulares.

Igualmente, ya es necesario ver a un gerente general como Luis Luna Villarreal, actuar con mayor trabajo colegiado -que aún no se percibe- puesto que hay algunas gerencias isla, como el caso de Infraestructura; corregir los instrumentos de gestión y pasar a echar la maquinaria formuladora de estudios y proyectos, puesto que a cinco meses de gestión aún no se hace ninguno, como bien acaba de recordarlo el ex candidato regional Koki Noriega.

Señor gobernador, es hora de dejar atrás el pasado siniestro de corrupción, inestabilidad y populista; pase Ud. a ser realmente transparente, estable y estadista.  No defraude. 

 

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