Durante el examen psicológico practicado a la menor agraviada en la cámara Gesell, se corroboró los execrables hechos de violación que le tocó vivir en manos de su abuelo paterno.
En primera instancia, el 17 de enero de este año el Colegiado impuso la máxima condena de prisión a Alayo Guerrero, así como el pago de una reparación civil de 15,000 soles en favor de la víctima.
La defensa del sentenciado apeló el fallo, asegurando que todo se trató de una falsa denuncia orquestada por un vecino y la maestra de la agraviada. Estos argumentos no convencieron a los integrantes de la Segunda Sala de Apelaciones, quienes por unanimidad decidieron confirmar la sentencia condenatoria de cadena perpetua al acusado de violación.