Su nombre científico es Nostoc commune, más conocido como el Cushuro, un género variado de cianobacterias, que se encuentran en colonias gelatinosas, compuestas de filamentos, los cuales se llaman “tricomas”. Son comunes de hábitats terrestres como acuáticos, en la actualidad se ha convertido en uno de los principales insumos de alimentación para la población peruana.
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Por ello el Instituto Nacional de Investigación en Glaciares y Ecosistemas de Montaña –INAIGEM, se aboca a la investigación en 12 lagunas altoandinas ubicadas en las cordilleras Blanca y Negra, con la finalidad de evaluar los parámetros físico-químicos y de la microflora asociada al Cushuro, cómo contribuye a la distribución espacial y producción natural de este recurso, usado principalmente por las comunidades andinas.
Resultados a fin de año
“Los resultados iniciales de estas investigaciones se tendrán a fines de diciembre del 2019, pero se tiene previsto continuarlo hasta mediados del 2020. El aporte para la población usuaria y consumidora del Cushuro redundará en el conocimiento de los factores que limitan o favorecen la distribución, crecimiento y reproducción del Cushuro en condiciones naturales para sus diversos usos y con ello mejorar el tratamiento por parte de las poblaciones para mejorar la calidad alimentaria”, enfatiza Pedro Tapia, subdirector de Investigación para la Innovación para la Sostenibilidad de Ecosistemas.
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El INAIGEM efectúa estas actividades como una de sus funciones de investigaciones en ecosistemas de montañas y tiene diversas líneas de investigación sobre recuperación de pastizales naturales y mejorados para las resistencias a heladas, uso en la ganadería y conservación y repoblamiento de especies de árboles y arbustos nativos en los Andes Occidentales.
