La marihuana es una sustancia psicotrópica que ya ha conseguido ser legal en varios países, como Uruguay o en algunos estados de los Estados Unidos de Norteamérica. En la mayoría de los casos, su legalización se basa en sus propiedades terapéuticas, ya que el consumo de la marihuana ayuda, entre otras cosas, a aliviar los efectos secundarios de tratamientos como la quimioterapia y funciona también como un potente analgésico, generando mucha menos dependencia en los pacientes que, por ejemplo, la morfina.
El debate sobre la legalización de la marihuana ya está sobre la mesa en España y son muchas las personas que se posicionan a favor de la legalización de esta sustancia que se considera que está a mitad de camino entre el alcohol y el tabaco y otras más perjudiciales para la salud, como la cocaína. Ante este panorama, parece que es cuestión de tiempo que la marihuana termine siendo legalizada en el estado español. Desde luego, cada vez goza de una mayor aceptación entre la población. Sin embrago, hasta que ese día llegue, aún queda mucho camino por recorrer.
La publicidad sobre la marihuana
Uno de los aspectos sobre los que habrá que especial atención el día que termine siendo considerada una sustancia legal será el de la publicidad relacionada con esta sustancia. Proyectar un futuro al respecto es complicado, puesto que, a día de hoy, siendo considerada ilegal, la percepción que se tiene sobre cómo debería enfocarse su publicidad está teñida de cierta negatividad. Es por tanto normal establecer similitudes con respecto al tabaco y el alcohol, productos que también cuentan con muchos detractores en la sociedad. Otra vara de medir será la legislación que haya en aquellos países en los que su consumo sí está legalizado.
Así pues, aparecerán restricciones del tipo:
- No podrá ser anunciada por personajes público e influyentes.
- No podrá asociarse a un estilo de vida glamuroso o divertido.
- El mensaje no podrá ir destinado a la población juvenil.
- Se prohibirá la exhibición o reproducción de publicidad sobre cannabis en centros docentes, sanitarios, dependencias de la Administración Pública o en los medios de transporte público.
Aunque hay que tener en cuenta que cuando llegue el momento en el que sea legal, siempre habrá voces que pongan el grito en el cielo. Un ejemplo claro lo tenemos en cómo una parte de la sociedad aspira a que se prohíba la publicidad en favor de las casas de apuestas y el juego, una actividad legal y regulada por el mismo Estado mediante la Dirección General de la Ordenación del Juego.
Como ocurre con todo, resulta más importante educar que prohibir, pero establecer prohibiciones es mucho más sencillo y exige menos esfuerzos que enseñar a la ciudadanía a mantener comportamientos responsables.
¿Por qué es bueno implementar campañas de publicidad?
Desde luego que, una vez sea legalizada la marihuana, los productores y distribuidores de esta sustancia deberán realizar inversiones publicitarias porque la publicidad da visibilidad, ayuda a crear la imagen de marca de los productos, crean distinción con respecto a la competencia y, sobre todo, ayuda a incrementar el volumen de ventas, que es el fin último que buscan todas las empresas. Y las que se dediquen al sector de la marihuana no serán una excepción.