La lluvia torrencial se produjo ayer por la tarde en Cátac, Ticapampa y Recuay, en los barrios de Uchipampa, y los poblados de Huancapampa, Antapurhuay, Pocrac, Shecllapata, Compina, Aconan, entre otros, dejaron varias viviendas afectadas y causaron graves pérdidas en los terrenos de cultivo.
Esto empeoró porque hubo vientos huracanados que levantaron techos de calamina y eternit de la viviendas de material rústico de la zona, según informó el suprefecto de Cátac, Rudy Espíritu.
Las lluvias iniciaron, según la información, a las 3:15 minutos, de la tarde y afectaron también la comunicación telefónica debido a la falta fluido eléctrico, ya que los vientos huracanados derribaron varios árboles y estos afectaron las líneas de baja y media tensión.
Estadísticas
En Recuay, según información preliminar, se reportó 60 damnificados, 120 afectados, 10 viviendas inhabitables, 20 viviendas afectadas. La institución Educativa Inicial San Martín de Porres resultó afectada en la localidad de Huancapampa.
Asimismo, en el distrito de Ticapampa, se registró 4 personas con daños en su salud, 10 viviendas inhabitables, 60 personas damnificadas.
El responsable de la Oficina de Gestión de Riesgo de Desastres distrital, informó, luego de la supervisión, que 20 viviendas de material rústico (adobe) se vieron afectadas en su infraestructura (techo de material de calamina) y 10 viviendas inhabitables, por otro lado, resaltó que el agua de las lluvias y granizadas ingreso a sus viviendas perjudicando sus pertenencias.
Además, indicó que una institución educativa de nivel inicial llamada “San Martín de Porres” fue afectada en su infraestructura (techo de material de calamina).
Fianlmente en la provincia de Cátac, los cultivos perdieron por la fuerte granizada que sepultó varios terrenos. Las autoridades encabezadas por el Subprefecto han iniciado las gestiones a las autoridades gubernamentales para la pronta ayuda.
El Coer Ancash, viene supervisando la emergencia para que se puedan tomar medidas necesarias y apoyar a los damnificados, por la pérdida de sus viviendas. Mientras que las autoridades provinciales deberán brindarles un lugar provisional donde refugiarse.
