El sur y el norte del país finalmente se han dado la mano en Huaraz, las festividades de la Virgen de la Candelaria concitan tan igual atención como en Puno, como se advirtió ayer cuando centenares de jóvenes ataviados con la usanza del altiplano y bailando sayas y caporales ganaron las principales calles huaracinas.
Todos ellos coreaban estribillos relacionados a la fiesta religiosa, mostrando su cariño y recogimiento a la venerada imagen religiosa que tiene tanta participación como la Fiesta del Señor de la Soledad.
Desde muy temprano miles de bailarines y músicos con coloridos trajes se desplazaron por las calles huaracinas en la gran parada y veneración. El larguísimo recorrido culminó en el parque Perú.
La Fiesta de la Virgen de la Candelaria es una de las más participativas del país. Todos niños, jóvenes, y adultos bailan y celebran elevando además sus plegarias y peticiones para una mejor salud, dinero y amor.
