Poco a poco la gente va tomando conciencia de la importancia de acatar la cuarentena dictada por el gobierno, aunque todavía hay muchos intonsos que son renuentes a la Ley, especialmente el segmento juvenil, por lo que ayer tuvo que decretarse la orden de inamovilidad social desde las 8 de la noche hasta las 5 de la madrugada.
Los jóvenes no sólo salían a divertirse en las noches, sino también en las mañanas y tardes hacen deporte en las canchas públicas y privadas, pensando que están de vacaciones. Los reportes que diariamente recibimos en el WhatsApp de Ancash Noticias evidencias que en las zonas periféricas de la ciudad de Huaraz y las provincias se hace caso omiso a la cuarentena. Allí están ya jóvenes detenidos en Acochaca como en Pomabamba, la policía tuvo que detenerlos por 24 y 48 horas para darles el escarmiento necesario.
Ayer también en Huaraz, varios niños fueron encontrados en cabinas de internet donde inescrupulosos conductores siguen desafiando a la Ley y jugando con la salud de la población. Y la gran pregunta es ¿dónde están sus padres? ¿tampoco guardando cuarentena? Urge que a la acción de control no sólo se deje a la Policía y al Ejército, sino los gobiernos locales también se esmeren controlar los establecimientos, además de redoblar las acciones de limpieza, es una tarea donde no hay que bajar la guardia.
El cumplimiento de las disposiciones gubernamentales es clave, como también la práctica diaria de la higiene que todos tienen que poner en práctica comenzando del lavado de manos y los que salen a las calles no ingresar con los mismos zapatos al interior de la casa, aparte de la ingesta permanente de agua, como vienen efectuando los expertos reconocidos en la materia.
Estamos todavía a punto de bajar la tendencia para que no se repita la ingrata experiencia de China o Italia que minimizaron el asunto y luego no pudieron controlar la pandemia, en la república oriental incluso los hospitales no se dieron abasto y tuvieron que construir más hospitales para atender a tanto infectado.
Es cierto que permanecer en casa no es fácil, sobre todo cuando las carencias económicas se dejan sentir en la mayoría de los hogares que viven de los ingresos del día a día y no hay ahorros; pero es una medida muy necesaria, el de ajustarse los cinturones para evitar que el doloroso aterrizaje de nuestra indolencia nos lleve a una epidemia sin control.
Si ama a su familia, no salga innecesariamente a la calle. De los esfuerzos de hoy dependerá el bienestar del mañana. Estamos sobre avisados.