El Hospital Regional Eleazar Guzmán Barrón, ubicado en la ciudad de Chimbote en la región Áncash, actualmente ha colapsado en su capacidad de atención a pacientes contagiados con COVID-19 ante la emergencia nacional.
La noche del último lunes, tres pacientes en estado de salud grave fueron atendidos en la intemperie, ya que dicho nosocomio chimbotano ya no contaba con camas para internarlos.
Las imágenes fueron grabadas por una enfermera del hospital regional, donde se muestra como el centro de atención exclusivo para casos COVID-19 se ha quedado sin espacio por lo que tres pacientes permanecen en sentadas en sillas de ruedas y en pleno frío, esperando por unas camas.
En el video publicado en las redes sociales, enfermera narra: «siendo las 7 y 28 de la noche, tenemos pacientes muy graves que se encuentran a la intemperie por la falta de camas. Lamentablemente, el hospital ya no cuenta con más espacio. Solo tenemos un balón de oxígeno portátil».
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Asimismo, Leandro Pérez Rodríguez, presidente del Cuerpo Médico del Hospital Regional, señaló que las 110 camas del primer y segundo piso del pabellón de casos covid-19 ya están ocupados.
“Es lamentable, que estemos esperando que se muera alguien para hospitalizarlos. Tenemos más de 57 muertos y eso es terrible. No es cierto cuando dicen que hay camas para hospitalizar, yo estoy diciendo la verdad”, sostuvo Pérez.
Pérez Rodríguez, recalcó que el nuevo ambiente de covid-19, que presentara hace más de una semana pasada el gobernador regional Juan Carlos Morillo, se encuentra inoperativo, no tiene oxígeno, ni otros implementos que permitan salvar la vida de los pacientes.
“El nuevo local tampoco funciona, está como almacén. Las camas no tienen manómetros y otros implementos médicos. Si pasamos a las personas a esa área que ha remodelado el señor Morillo mañana nos denuncian por exposición a peligro de muerte porque no hay un médico ni una enfermera”, sostuvo.
Cabe recalcar que actualmente en este centro de salud, una enfermera, un técnico y un médico atienden a los tres pacientes, una señora con obesidad mórbida se aferra a un balón de oxígeno para salvar su vida, mientras los otros dos también presentan dificultades para respirar.