La curva no pudo aplanarse como preveía el discurso oficial, pero eso no quiere decir que se haya fracasado. Versiones derrotistas pretenden decir que lo que se hizo fue por gusto, no es así…pudo ser peor. La cuarentena se ha extendido pero con flexibilización, toca entonces poner en el tapete algunas consideraciones.
El portal de la BBC News, con mirada imparcial y desapasionada, subraya sin embargo que el puesto 2 en casos COVID que ocupa Perú en Latinoamérica, tiene también una explicación de entrada: nuestra nación ha aplicado más pruebas de detección de covid-19 que otros países de América Latina con mayor población. Hasta este viernes había tomado 750.526 muestras. Mientras que hasta el jueves, México había hecho 193.589; y Argentina, 116.689. Hasta este miércoles, Colombia había realizado 214.536 pruebas, cuando esos países lleguen al nivel de pruebas de Perú, veremos que estarán peores que nosotros y que lo hasta hoy logrado aún es meritorio.
Pero no hay que conformarse con la estadísticas, el cuidado de la salud como la paulatina reactivación económica tienen que marchar en paralelo, teniendo como eje central la adopción de las medidas de bioseguridad, nada puede ser igual que antes, por lo menos hasta que no se haya inventado la vacuna.
La Universidad de Hopkins como la publicación internacional que hacemos referencia citan también como causales para el no aplanamiento a cinco factores: 1) La informalidad, 2) La logística para abastecerse, 3). Las aglomeraciones en los mercados, 4) La aglomeración en los bancos y 5) El hacinamiento en casa y en los barrios.
Conforme esta anotación es conveniente entonces poner en marcha cuestiones básicas. En el nivel local, se precisan las siguientes acciones:
Sobre la informalidad: que las actividades económicas autorizadas para comenzar a operar, extremen sus condiciones biosanitarias y de distanciamiento social, la informalidad que lamentablemente es rampante en los distintos negocios tienen que virar hacia la responsabilidad; cuidarse así mismo y cuidar a los clientes, éstos últimos tienen que ser lo suficientemente sagaces para exigir que los negocios lo hagan, o simplemente no adquirir los productos donde se vean que las cosas se tomen sin seriedad. La Dirección Regional de Salud como las Municipalidades y los ministerios de los ramos autorizados tienen que ser efectivos en el cumplimiento de las normas y protocolos, todavía hay que deplorar que la ordenanza para los delivery estén, por ejemplo, en borrador (pese al tiempo transcurrido)
En cuanto a la logística para abastecerse, es imperativo que en cada hogar haya una mejor planificación para hacer las compras, no se puede estar saliendo a cada rato por olvidarse cada cosa y no saber también como almacenar y desinfectar los productos que se compran. Los protocolos están para ser respetados.
Sobre las aglomeraciones en los mercados, es deber del Ministerio de Agricultura, de las Municipalidades Provinciales y Distritales fijar las mejores estrategias para la descentralización del comercio en barrios o sectores como ya se han venido ensayando en El Milagro o Shancayán, hay campos deportivos en los barrios que hoy no se usan y que bien las asociaciones de Challhua, Parada el Pedregal, y la Parada Quillcay puedan acercarse más a los barrios y no al revés como ha venido sucediendo.
En cuanto a la aglomeración que se observan en los bancos, se necesita que las entidades del Estado llámese MIDIS, Trabaja Perú y otros establezcan mejores mecanismos para las transferencias en las cuentas bancarias o apertura de las cuentas para los que no lo tengan y así evitar las largas colas. Igualmente se requiere que en las inmediaciones de los bancos hayan lavaderos o dispensadores hidroalcohólicos como con éxito lo viene ensayando el alcalde de Carlos Fermín Fitzcarrald.
Finalmente en lo que respecta al hacinamiento en las casas y los barrios, es indispensable que se redoblen los hábitos de higiene y desinfección como ya lo viene ejemplarmente ensayando la asociación de vecinos de Soledad Alta AMOSA, que semanalmente efectúan, con sus propios equipos (adquiridos con la colaboración de los vecinos) y entonces por lo menos pueda salirse con tranquilidad por algunas horas (solo en sus barrios), manteniendo el distanciamiento social.
De cómo obremos todos con responsabilidad dependerá el esperado aplanamiento de la curva, sino simplemente estaremos en el umbral del caos y el incremento de la letalidad.