El regreso de Eden Hazard cambió la cara ofensiva de un Real Madrid que desató la pegada que le faltó en buena parte de la Liga, para sentenciar el compromiso en la primera parte con goles del alemán Toni Kroos (3′), el español Sergio Ramos (30′) y el brasileño Marcelo (38′); y el descuento lo marco Pedro Bigas (60′), Real Madrid derrotó 3-1 a Eibar en el modernísimo estadio Alfredo Di Stéfano por la fecha 28 de La Liga.
Demostró Zidane que nadie adivinará uno de sus equipos titulares en las once finales ligueras que encara. Tirará de su fondo de armario para buscar el pleno de triunfos y optar a bajar al Barcelona del liderato. Sorprendió con Rodrygo de inicio, que no contaba antes del parón. Con más cuerpo y fuerza para el uno contra uno. Siempre cerca del gol. Por delante de Bale que nuevamente debe ganarse los minutos sin sentirse nunca primera opción.
Todo se le ponía en contra al Eibar desde el arranque. La primera que encaró Hazard, el balón llegó a Benzema en posición dudosa. La blanda defensa de Mendilibar para dejar un rechazo a un goleador. Kroos colocó el balón para dar tranquilidad al cuadro blanco a los tres minutos.
La efectividad poco tenía que ver con la brillantez de un juego sin ritmo y repleto de imprecisiones. El Eibar nunca se arruga, se llame como se llame su rival, presiona alto y corre riesgos que le costaron caros. Sus intentos nunca inquietaron a Courtois, firme ante los disparos de De Blasis y Expósito. Kike García remataba arriba, por la oposición de Carvajal, la más clara.
El partido estaba abierto para cualquiera hasta que el Real Madrid volvió aparecer con su capitán. En medio hora solo había pisado área rival en una ocasión y la segunda fue gracias a un robo de Sergio Ramos que se lanzó con velocidad al ataque para calmar su ansia de gol. De golpe enterró la falta de movilidad, encontró a Benzema caído al costado izquierdo para dejar espacios a Hazard que entró en escena para regalar el gol al camero.
Minutos después, el brasileño Marcelo apareció con exquisita definición para decretar el tercer tanto del partido. Ya era goleada y los hinchas madrileños, desde su casa, aplaudían el accionar del cuadro blanco.
El resultado, la falta de ritmo de competición y la vista en el calendario provocó que el Real Madrid regulase en el segundo acto. Rebajó su intensidad defensiva, con Carvajal en el vestuario por un golpe y la poca necesidad de arriesgar de Zidane que no dispone de más laterales derechos en su plantilla.
El Eibar nunca dejó de intentarlo, con nobleza y reduciendo la posesión madridista para comenzar a acercarse a su área. Courtois fue el que más pagó el bajón de intensidad de sus compañeros. Sacó una buena mano para corregir un error con los pies, voló para lucirse al disparo de Expósito rumbo a la escuadra y se salvó por el travesaño en el primer balón que tocó Enrich al entrar al partido.
Hasta los tres cambios de golpe de cada equipo hicieron sentir el duelo como amistoso. Los del Eibar le impulsaron al premio tan buscado. De rebote, con un disparo de De Blasis tras mal despeje de Benzema, que golpeó en la espalda de Pedro Bigas para cambiar la trayectoria y colarse por debajo de las piernas del portero madridista.
El cambio de cara que metió Zidane a su equipo con la entrada de Bale y Vinicius no surgió efecto. La vista ya estaba en los compromisos inmediatos tras un regreso a la competición con mejor resultado que sensaciones ante un Eibar que ve acercarse a dos puntos el abismo