El rebrote de la pandemia que se percibe, la alta letalidad e infectados que superan las cifras de Arequipa, así como la falta de sincronía entre las autoridades llamadas a liderar en esta crisis, hace más que nunca solicitarle al gobierno central su intervención a Ancash.
Pese a que nuestra región tiene más recursos por Canon que otras regiones, es inconcebible que no se transfieran el 25% del autorizado y los funcionarios regionales –con tremenda incapacidad- no sepan manejar estas asignaciones como si no estuviéramos en emergencia.
El Comando o Escuadrón COVID y el plan regional que en su momento fueron presentados ante la presión de la ciudadanía no muestra resultados óptimos porque sus integrantes no saben trabajar en equipo: gobernador, prefecta, alcaldes por su lado…ante ello ha sido la sociedad civil y la empresa privada como Antamina que se han puesto en primera fila para dotar de oxígeno a los pueblos que hoy claman por sus familiares infectados.
El sector Salud tampoco anda armónico. La Diresa por su lado, las redes de salud (donde se cambian a funcionarios a cada momento), los hospitales y los centros de salud andan desconectados y cada vez más disminuidos económicamente. Esto se fue incubando desde la gestión Alvarez (porque siempre han partidarizado y politizado la gestión llenándolos de burócratas antes que asistenciales) hoy nos explota en la cara; el señor Morillo Ulloa sigue esos lamentables pasos y lo ha agudizado más todavía.
El gobernador regional le tiene una tirria a la sociedad civil (al que lo enamoró para ganar), no hay hasta ahora en su haber ninguna reunión con los colegios profesionales, especialmente con el Colegio Médico, con las asociaciones y fundaciones que promueven colectas tanto en la costa como en la sierra, tampoco con las universidades. El padre Giovanny Sabogal, que logró nuclear a la sociedad chimbotana para captar fondos pro oxígeno se quejó que al gobernador lo llamaron hasta en quince oportunidades y le dejaron mensajes, pero nunca se dignó en responderles.
Eso pasa porque su ego es alto y su miopía para ver la realidad es alimentado por su “coro celestial”. Las crisis requieren de un liderazgo, y liderazgo es saber trabajar en equipo, ante esta dramática situación es necesario que el equipo del Ministerio de Salud pase a hacer lo que ya viene ocurriendo en la región sureña de Arequipa.
La congresista María Bartolo, ya envió los documentos tanto a Palacio de Gobierno como a la Ministra de Salud, sus demás colegas están en la obligación de respaldarla, porque no es su ocurrencia, es la consecuencia del propio informe de monitoreo que hizo en su momento el MINSA y donde se advirtió la falta de un trabajo colaborativo y articulado y que lamentablemente prosigue.
¿Vamos a tener que seguir contando más muertos? No. Señora ministra Mazzeti, señor presidente Vizcarra, actúen, mañana puede ser demasiado tarde.