Tras haber estado postrado por cáncer terminal, en los últimos meses en su domicilio de la provincia de Yungay, ayer dejó de existir el periodista huaracino Guido Durán Cotillo (59) causando honda consternación en la sociedad ancashina.
Durán recién se enteró de su mal hace un año cuando comenzó a sentir las molestias en su salud y por lo tanto el tratamiento a su mal fue tardío, conforme él mismo también lo comunicó en sus redes sociales donde permanentemente hacía un llamado para que los ciudadanos no descuiden de su salud y se efectúen preventivamente los diagnósticos.
Su mal físico se deterioró aún más por los sinsabores que venía también atravesando luego de que fuera despedido abruptamente del Congreso, donde había prestado sus servicios, y por lo mismo venía librando una batalla judicial para su reposición.
En las redes sociales, los sentidos de condolencia no se dejaron esperar como el reconocimiento como un periodista autodidacta, amante de la buena lectura que le dieron un perfil de analista político que los solía volcar en sus programas periodísticos en la radio como en sus post de Facebook.
Anoche sus restos fueron velados en el local de una funeraria en la avenida Centenario. Hoy su féretro será llevado a Yungay, donde domiciliaba, y mañana sus restos serán enterrados en esa localidad conforme fue su último deseo, según confirmó su hermano Carlino Durán.