Pese a que la beneficencia pública cobra hasta dos mil quinientos soles por entierros en el cementerio de shihuayó hasta ahora no se han implementado los sistemas de drenaje, lo que está contribuyendo a la erosión de los suelos. Varios deudos denunciaron el hecho y dijeron estar dispuesto de llevarse sus cadáveres a otros cementerios.
Las fuertes precipitaciones pluviales que se han registrado últimamente han causado algunos problemas en la compactación de los terrenos del nuevo cementerio Shihuayó, destinado a los fallecidos por la covid.
En el lugar se aprecia una especie de hundimiento y derrumbes en los alrededores, y es evidente que la falta de un sistema de drenaje viene afectando algunas tumbas que se instalaron de manera artesanal.
En el segundo nivel también se observa que la erosión ha hecho presa y los deudos reclaman, especialmente, por los costos que son de dos mil quinientos, donde las autoridades de la beneficencia no están adoptando las medidas de seguridad para evitar el empoce de aguas. Y a este paso varios deudos están a punto de retirar los cadáveres de sus familiares.