Las brechas sociales y tecnológicas crecieron durante la pandemia, pero eso no ha sido impedimento para el profesor Román Raúl Benites Romero, quien utilizando únicamente el WhatsApp ha podido conectar a sus 15 estudiantes de una escuela multigrado, ubicada a 2500 m.s.n.m en el centro poblado de Shindol, provincia de Pallasca en Áncash.
Los estudiantes del quinto y sexto grado de primaria de la I.E. 88165 viven en una comunidad de apenas 40 familias que se dedican a la agricultura y que debido a la lejanía de la capital del distrito tuvieron dificultades para continuar con las clases, pues no cuentan con señal de televisión y radio.
Es así que nace “Clases web a través del WhatsAppChaski”, nombre que alude a un servicio de mensajería rápida, pero utilizando el celular. La finalidad fue que los estudiantes puedan desenvolverse en el manejo de los entornos virtuales para desarrollar competencias comunicativas de expresión oral y afectiva, que generen mayor interés por gestionar sus aprendizajes de manera autónoma en el marco de la estrategia Aprendo en casa.
Esta iniciativa surge luego de realizar una encuesta a las familias para saber si todos contaban con un celular. “Solo el 95% disponía de teléfonos con el aplicativo, incluso para tener señal muchas veces van buscando algún punto en sus chacras para conectarse conmigo”, contó el docente.
Para el maestro Román, gracias al WhatsAppChaski ha podido resolver una parte del limitado acceso a la educación rural durante la pandemia, permitiendo desarrollar habilidades y aprendizajes significativas en los estudiantes que han demostrado una mayor participación e interés durante las clases, al ser más responsables en sus actividades y organizados para contar con un portafolio creado por ellos mismos.
Esta iniciativa, que ha sido inscrita en el Registro de Iniciativas Pedagógicas del Fondo Nacional de Desarrollo de la Educación Peruana (FONDEP), ha contribuido en áreas como Comunicación y Arte y Cultura que, según explica, se refleja en las exposiciones de los estudiantes y las presentaciones artísticos, demostrando sus talentos en recitar poemas o bailan alguna danza costumbrista propio de la zona.
Otras materias donde se ha visto mejoras son en Ciencia y Tecnología, Personal Social y Arte y Cultura. “Comparando lo aprendido con la situación inicial, el cambio ha sido para bien. Además de aprender ellos practican valores como el respeto y la solidaridad con los que tienen mayor dificultad, es decir, cumplen con las normas de convivencia establecidos por ellos mismos”, señaló.