A casi un año de las elecciones municipales y regionales, los partidos políticos vienen haciendo todo posible para cambiar las normas electorales establecidas con anticipación, como el que señala que la fecha límite de afiliaciones para los que pretenden ser candidatos a alcaldías, regidurías, gobernaciones y consejerías regionales y la realización de las elecciones primarias.
De acuerdo a la Ley de la Reforma Política, el plazo de afiliación deberá vencer el 03 de octubre de los corrientes y la realización de las elecciones primarias debería desarrollarse en el mes de junio de 2022, con participación de toda la población. Los partidos políticos para pasar a las elecciones de octubre deberán sumar en total el 1.5% de concurrencia de votos a nivel nacional y los movimientos regionales el 4% de la jurisdicción regional en el que se presentan.
Ocurre ahora que la mayoría de los partidos políticos carecen de liderazgos regionales y locales y por ello están optando por ser vientres de alquiler -como ha venido ocurriendo durante las últimas elecciones regionales y municipales- pero ocurre que históricamente en elecciones generales obtienen curules parlamentarias en función al peso de sus planchas presidenciales, pero en las regionales y municipales en función a la trayectoria de las personas que se presentan.
Desde el año 1998 a la fecha -en elecciones regionales y municipales- ningún partido de gobierno como Perú 2000, Perú Posible, APRA, Partido Nacionalista, o Peruanos por el Kambio han ganado gobernaciones o alcaldías importantes, y los demás partidos como Alianza para el Progreso, Somos Perú, Fuerza Popular han sido arrinconados por los movimientos regionales y locales.
Recientemente la Comisión de Constitución ha aprobado dejar sin efecto las elecciones primarias y pretende ampliar el plazo de afiliaciones hasta el 5 de enero de 2022; sin embargo el JNE se ha pronunciado en contra de tales medidas, pero la decisión final corresponderá al pleno que deberá pronunciarse antes del 03 de octubre. Esta incertidumbre está acarreando diversas movidas políticas de embarcos y desembarcos anticipados de los voceados precandidatos.
Los partidos políticos PODEMOS, Renovación Popular, Fuerza Popular, y Avanza País, son los impulsores ahora de la contrarreforma e incluso pretenden ahora que también las elecciones internas solamente se dé con la participación de supuestos militantes y la designación directa de sus postulantes a través de las cúpulas de los partidos (sistema de delegados).
El diario La República, en reciente informe puntualiza que en el 2020 se puso en práctica este sistema y el balance general fue muy desalentador: menos del 5% del total de supuestos militantes afiliados en los partidos acudieron a estas elecciones internas.
Militantes fantasmas
Se trata de partidos que ya evidenciaron precariedad en términos de participación activa (y real) de sus militantes en las internas del 2020.
Renovación Popular, de Rafael López Aliaga reporta 5.836 afiliados. Pero en el 2020 solo acudieron a las urnas en las primarias 292 personas. Apenas el 5%. Pero estos ciudadanos tampoco tuvieron la oportunidad de definir a sus candidatos, pues solo eligieron a sus delegados y fueron estos quienes finalmente armaron las listas.
En Renovación Popular, en buena cuenta, una cúpula de apenas 15 personas tomó las decisiones de las candidaturas.
Avanza País reportó 7.881 afiliados, pero apenas 338 fueron a sufragar (4,2%).
Podemos Perú, de José Luna Gálvez, con 7.362 afiliados, solo tuvo en las urnas a 808 en las elecciones internas (10,9%).
Y Fuerza Popular, que reporta 16.066 afiliados, solo contó con 1.627 votantes (10,1%).
Es decir, los partidos que querían forzar una contrarreforma en el Congreso para mantener las elecciones internas solo con militantes ya evidenciaron falta de convocatoria de los miles de militantes que supuestamente tienen.
Podrían poner como pretexto la pandemia pero tal argumento puede resultar insuficiente si se tiene en cuenta que Acción Popular, en la misma jornada, convocó a 29,692 afiliados que acudieron a unas internas en las que además hubo competencia interna para la plancha presidencial.
Perú Libre también apoyó la contrarreforma en la Comisión de Constitución. Este grupo solo pudo convocar al 7,2% de sus afiliados.
Juntos por el Perú sumó también su voto para la contrarreforma y ello se puede explicar por la incapacidad como partido para convocar a sus afiliados: solo fue el 8,4%.
Hay dos partidos que están en el Parlamento y que tuvieron una peor convocatoria en términos porcentuales: Alianza para el Progreso (APP) y Somos Perú.
El partido de Acuña dice tener 224.604 militantes. Pero en el 2020 solo fue a sus internas un escuálido 2% (4.683).
Y en Somos Perú, que registra 149.776 afiliados, solo participó el 1,9%. Ambas bancadas han tratado de marcar distancia de las contrarreformas, pero la decisión final que vayan a adoptar es incierta.
Si bien el jueves último el dictamen de las contrarreformas no pasó en el pleno, las bancadas sí lograron ampliar por un mes el plazo para la modificación de las normas electorales.
De este modo, podrían insistir con un nuevo proyecto de ley para suspender las primarias abiertas e imponer solo elecciones internas con sus afiliados. Esto, a pesar de la convocatoria escuálida que ya demostraron en el 2020.
Reacciones
Iván Lanegra, Transparencia
“Con la experiencia de las internas del 2020, ha quedado demostrado que los partidos no representan realmente al número de militantes que dicen tener y no hay capacidad de movilización”.
Paula Távara, politóloga
“El tema de la pandemia y el presupuesto para suspender las primarias abiertas son excusas. En realidad, los partidos quieren mantener el control para definir a dedo a sus candidatos”.
José Tello, abogado electoral
“No me sorprendería que las bancadas vuelvan a insistir con un nuevo proyecto para eliminar las primarias abiertas, ahora que ampliaron el plazo para aprobar reformas”.
(Con información del diario La República)