ELECCIONES, PROMESAS Y ESPERANZAS

Por : Vladimir Meza

El pueblo de Ancash ha dado su veredicto. Ha elegido al señor Koki Fabian Noriega Brito, para ejercer como gobernador regional durante el periodo de enero 2023 a diciembre 2026. Como ancashino, sin dudarlo, deseo al nuevo gobernador la mejor de las suertes, porque el pueblo de Ancash no puede permitirse más fracasos ni olvidos.

Desde la creación de los Consejos Transitorios de Administración Regional (CTAR) en 1992, por la dictadura, la institución de la administración regional, llámese presidencia regional o gobernaduría regional, ha estado en crisis permanente.

No vamos a dar nombres, pero todos saben de lo que hablamos cuando mencionamos actos de corrupción, mala administración de los fondos públicos, desatención de las necesidades de los más pobres, durante uno y otro gobierno regional, sin excepción. Y la política se ha convertido en espacio de agresiones, insultos, calumnias, todo menos reflexión y decisión sobre los problemas de la región. Con el consiguiente daño a la población, y – dentro de ello – al mismo quehacer político. 

El agro abandonado, las ciudades dejadas a su ley, y – sobre todo – el ciudadano que paga sus impuestos (directos e indirectos: todos son importantes) preso de sus expectativas, de las promesas de autoridades que se olvidan de lo ofrecido apenas llegan a asumir sus cargos. Deseamos que ya no sea más así. Nos corresponde entonces, como ciudadanos, a todos, cumplir un rol tanto de apoyo a la nueva gestión como de fiscalización.

El discurso anticorrupción fue usado ampliamente durante la campaña regional que culminó el pasado domingo y generó una alta expectativa entre la ciudadanía. Hacemos un llamado para que la expectativa generada durante la campaña sea correspondida con hechos concretos por parte del nuevo Gobernador elegido”.