El asesino confeso de la misionera italiana, Nadia De Munari, fue sentenciado a cumplir cadena perpetua en el centro penitenciario de «Cambio Puente», tras ser declarado culpable del delito de robo agravado con consecuencia de muerte.
La víctima fue encontrada agonizando, en las primeras horas de la mañana del 21 de abril de 2021, en la habitación que ocupaba en la Casa de las Profesoras del Hogar Mama Mia perteneciente a la Operación Mato Grosso. Tras diligencias del caso, la religiosa presentaba TEC severo, fractura del cráneo y cuello, así como fractura del antebrazo derecho. Lamentablemente, De Munari falleció tres días después en una clínica limeña.
Ante ello, las investigaciones policiales sindicaron a Moisés López Olórtegui (24), un exparticipante del Programa Educativo que se desarrollaba en el lugar, como el asesino de la voluntaria italiana. El imputado dijo inicialmente que la madrugada del hecho sangriento ingresó a la sede religiosa para robar celulares, y que al verse descubierto por la religiosa, la atacó salvajemente con un martillo, hasta dejarla al borde de la muerte.
Durante el juicio oral, Moisés López prefirió guardar silencio cuando se le preguntó respecto a la autoría del crimen que conmocionó a la comunidad religiosa internacional.
Ante las pruebas presentadas, los integrantes del Juzgado Penal Colegiado Supraprovincial de la Corte del Santa, lo encontró culpable y le impuso la máxima pena para este tipo de delitos, cadena perpetua.
Dato:
La condena podrá ser revisada al cabo de 35 años.