El país atraviesa una profunda crisis, no solo política, también social e institucional. Desde el siete de diciembre, luego de que Boluarte asumiera la presidencia (tras el fallido autogolpe de Castillo, su destitución por el Congreso y posterior reclusión en el penal de Barbadillo por “rebelión”), las protestas y movilizaciones, exigiendo la renuncia de Dina Boluarte, elecciones generales y asamblea constituyente se profundizaron en los departamentos del sur y en la capital. Reprimidas por las fuerzas del orden, decenas de personas perdieron la vida.
La actual crisis política, social e institucional, merece un análisis. Conversamos con Miguel Nicodemos, periodista, joven analista político y ex parlamentario joven. “No hemos superado la herencia colonial en 200 años de república. Existe improvisación, la corrupción es ‘el pan nuestro de cada día’ y nuestra democracia es frágil”, afirma categórico.
Son tiempos críticos, estamos en una insuperable crisis política, sumado también lo social e institucional. ¿Existen salidas a corto plazo?
Una salida concreta –como lo pide el pueblo– es que renuncie la presidenta, que el Congreso elija una nueva mesa directiva y, quien asuma la presidencia de manera transitoria, convoque a elecciones generales como emana la Constitución. Después, referéndum para una Asamblea Constituyente Plurinacional. En esta asamblea tienen que participar los campesinos, obreros, colegios profesionales, partidos políticos, jóvenes, grupos empresariales, los pueblos aymaras, quechuas, ashánincas, entre otros, y así elaborar una carta magna de acorde a los intereses del pueblo.
¿Por qué una Asamblea Constituyente, sabiendo que la otra vía sería la reforma constitucional?
Decía Rosa Luxemburgo, que “una reforma es cambiar algo para no cambiar nada”. Se han reformado varios artículos de la Constitución, pero estamos sumergidos en una profunda crisis política, social, también ecológica (del que pocos hablan). Por ejemplo, se tiene que discutir y cambiar el capítulo económico. Considero que las reformas favorecen a grupos y no al pueblo. Lo que el país necesita es transformación y las bases de la transformación tienen que estar bien estipulados en un nuevo contrato social.
¿Cuándo considera que se origina la presente crisis?
Durante las últimas décadas hemos vivido en una permanente crisis. Ahora estamos en la “Crisis de la crisis” –como lo hemos denominado a esta parte de la historia un grupo de jóvenes intelectuales–. La actual crisis deviene con el mito del fraude, cuando Keiko Fujimori no reconoce la victoria electoral de Pedro Castillo; se profundiza tras el fallido autogolpe (no consolidado) del 7 de diciembre, con la asunción de mando de Dina Baluarte, con un Congreso totalmente deslegitimado y con las represiones a las justas protestas del pueblo.
Las cifras indican que el gobierno y el congreso tienen una altísima desaprobación, debido a qué…
Debido a que estamos frente a un gobierno autoritario, represor e ilegítimo, que no escucha al pueblo y no asume responsabilidades. No es lo mismo dialogar con representantes de partidos políticos, que con la sociedad civil, con las organizaciones de base. Por otro lado, en 200 años de república, el poder constituido ha tocado fondo, tenemos un congreso ilegítimo, cada periodo congresal es peor que el anterior. La crisis no solo es político, también es institucional (la gente no confía en las instituciones) y éste abarca a los partidos políticos que no hacen una verdadera escuela de política.
El Tribunal Constitucional anuló la medida cautelar que suspendía la elección del Defensor del Pueblo y le da un poder absoluto al Congreso. Ud. puso en su twitter ¿Y el equilibrio de poderes?
Si bien es cierto que, es facultad del Congreso elegir al Defensor del Pueblo, pero no de cualquier manera, tiene que respetar las reglas. Incluso la independencia de los entes: JNE, ONPE y el RENIEC, están bajo amenaza, debido a que el Congreso puede “ejercer control político” sobre los altos funcionarios electorales. Como dice el Dr. Gerardo Távara, “lo que rompe el equilibrio y el control de poderes es que, el Tribunal Constitucional diga que el Poder Judicial no pude controlar al Poder Legislativo”. He ahí el error. No se puede destruir el estado de derecho en el país.
¿La democracia en el país es frágil?
Es frágil, sí. Tenemos que consolidar nuestra democracia, partiendo de lo esencial, gobierno del pueblo.
Son tiempos de protesta –todo indica que se prolongará–, el pueblo pide cambios…
Las protestas son justas. El pueblo no solo pide cambios, pide mayor reconocimiento y no son “grupos minúsculos”. La protesta por justicia social es de los nadie, de los desposeídos, de los condenados de la tierra, de los pueblos originarios que buscan mayor reconocimiento y claman más humanidad. Por lo tanto, tenemos que estar en el lado correcto de la historia.
El Ministerio del Interior emitió un “protocolo” para periodistas en un contexto de protesta social. ¿Cuál es su postura como periodista?
Lo rechazo categóricamente. La misión del periodista o del comunicador es buscar la verdad de los hechos. El “protocolo” del Mininter vulnera las leyes que garantizan el ejercicio de la libertad de prensa, la libertad de expresión y el derecho a la información.