Las polémicas imágenes del Dalai Lama en las que besa a un niño en la boca y pide que le “chupe” la lengua han dado la vuelta al mundo generando rechazo y repulsión en todos los que vieron el video viralizado en poco tiempo.
Aunque esta no es la primera vez que el líder religioso se ve envuelto en escándalos, esta situación nos lleva a pensar en qué están haciendo los padres de familia desde casa para que sus hijos sean capaces de defenderse y reaccionar frente a una situación similar que pueda dejarlos expuestos frente a un agresor o abusador.
Es importante enseñarles desde muy pequeños a reconocer quiénes forman parte de su círculo cercano y, sobre todo, a conocer qué papel tiene cada quien en su vida; por ejemplo, el tío, el abuelo, el padrino. Asimismo, a través de la comunicación, incentivarlos a expresar sus inquietudes, aciertos, desaciertos, permitiéndoles también expresar sus emociones, no limitándose ni subestimándolos. Lo importante es que, los menores se sientan bien y seguros, sin necesidad de satisfacer a los demás. Del mismo modo, enseñarles el nombre de las partes del cuerpo de manera correcta, no con sobrenombres.
“Es importante enseñarles a nuestros hijos a ser expresivos y comunicativos. Debemos permitirles tomar sus propias decisiones en situaciones sencillas; por ejemplo: ¿prefieres una galleta de vainilla o chocolate?, ¿quisieras agua o un refresco? El ser autónomos les ayudará a ser independientes, sin perder de vista cuándo necesitan ayuda. Ello ayudará a que el menor sea asertivo y comunicativo en cuanto a sus decisiones sin dejar de lado las acciones que los padres o la familia puedan transmitirles”, mencionó Sandra Fuentes Chávez, psicóloga y docente de la Universidad César Vallejo (UCV).
¿Cómo enseñarle a mi hijo a reaccionar si se siente incómodo?
● Es importante que a los niños les dejemos en claro que ninguna persona debe obligarlos a hacer algo que no quieren o que les incomoda. Por ello debemos validar sus sentimientos en situaciones comunes. Por ejemplo, si en una reunión mi hijo no quiere saludar con beso a la familia, no debemos obligarlo ni forzarlo. Bastará con un saludo de palabra.
● Debemos darles la seguridad y confianza de que, pase lo que pase, sus padres estarán ahí para apoyarlos y cuidarlos. Si en alguna reunión familiar o con amigos se siente incómodo con alguna situación, no debemos expresar frases como “es un exagerado” o “no pasa nada”. Es importante validar su fastidio y enseñarle a alejarse de la situación que lo incomoda.
● Generar momentos de diálogo con nuestros hijos y enseñarles a mantener una relación de respeto del espacio de las demás personas, ya sean adultos o niños, y con mayor énfasis, a hacer respetar su espacio. Nadie puede invadir la privacidad de un niño, acercarse o tocarlo si él no quiere.
Por su parte, la especialista brindó algunas señales que nos permitirán reconocer que “algo” está pasando con nuestros hijos:
● El constante cambio en el estado de ánimo.
● A través de sus actividades académicas, al resistirse a realizar sus tareas o no querer asistir al colegio.
● En el aspecto social, tendrá dificultad para consolidar sus vínculos amicales.
● También podrían expresarse a través de los terrores nocturnos, que consisten en pesadillas constantes.
Finalmente, la magíster en Psicología Educativa brindó algunas recomendaciones sobre cómo debe reaccionar una persona que presencie un hecho de abuso: “Los espectadores o conocedores de hechos afines que no hacemos nada estamos siendo cómplices. Ante ello, se sugiere ser factores de protección; es decir, rechazar todo acto de esa índole, previniendo a los menores, tomando en cuenta las estrategias antes mencionadas, escuchando las inquietudes y necesidades del menor, preguntándoles cómo se sienten, cómo están, no normalizando lo ocurrido”.