Por: José Antonio Salazar Mejía. El pasado 25 de mayo, a la edad de 85 años de edad falleció en su país el arqueólogo norteamericano Dr. Thomas Lynch, quien en los años 1968 y 1969 realizó trabajos de investigación en la Cueva de Guitarrero ubicada en las faldas de la Cordillera Negra, a escasos metros del río Santa, en el distrito de Shupluy, provincia de Yungay.
Los descubrimientos del Dr. Lynch retrocedieron en miles de años la historia de Áncash y dejaron en evidencia las profundas transformaciones culturales que se realizaron en este suelo en la época pre-Chavín.
Sucintamente lo resumo:
10,800 a.C. primera evidencia de la existencia humana en el Callejón de Huaylas.
8,000 a.C. descubrimiento de las técnicas de la cestería (confección de canastas, cuerdas y redes) y de la horticultura (cultivo del ají y el frijol en pequeñas parcelas).
5,000 a.C. domesticación de animales (el cuye y el allku).
4,000 a.C. aplicación de las técnicas de la cestería sobre la lana de alpacas, es decir, inicios de la textilería.
Gracias al Dr. Lynch, Guitarrero es considerada la cuna de la horticultura en el Perú, por tanto, uno de los lugares más antiguos del mundo donde nace la cultura (4,000 años después Chavín difundiría la agricultura, que es el cultivo en grandes parcelas, ya no en huertos).
Lástima que en nuestro país no se considere la gran importancia de Guitarrero, cosa que no sucede en el extranjero. Personalmente he podido comprobar ello en el Museo Nacional de Arqueología y Antropología de ciudad de México (considerado el mejor de las 3 Américas) y en el CERN, la Organización Europea para la Investigación Nuclear, ubicado en la frontera entre Suiza y Francia, pues en ambos lugares, en sus mapas culturales Guitarrero representa a América del Sur.
Lo anecdótico es que el Dr. Lynch se salvó de morir el 31 de mayo de 1970, pues en la víspera viajó de Yungay a Lima a buscar un lugar dónde llevar las muestras recogidas durante su investigación del año 1969; muestras que lamentablemente desaparecieron sepultadas por el alud.
Dr. Thomas Lynch, descanse en paz.