“La situación es decepcionante. El clima nos ha hecho mucho daño y la planta de mango no ha floreado para la fruta. Hemos perdido” fueron las palabras de una agricultor de plantaciones de mango.
Wilfredo la Torre recorre su campo de mango y apenas encuentra un brote de flor en medio de los miles de plantas que tiene en su pequeño fundo del distrito de Moro en la región Áncash. El cultivo debería mostrar abundante floración de color rojizo amarillento, pero solo puede exhibir hojas verdes como indicador de que el nacimiento de la fruta es una utopía.
Los efectos del fenómeno El Niño ya se nota y una de sus víctimas es la agricultura de exportación. Wilfredo La Torre anualmente cosechaba 20 toneladas por hectárea para el mercado internacional, sin embargo, para el próximo año solo tiene una expectativa del 30 % del total de sus campos. Es decir, de cada 10 frutas que cosechó en la campaña anterior, para 2024 apenas tendrá 3 mangos. Así de crítica es la situación de las y los pequeños productores.
La planta de mango necesita una temperatura mínima de 16 ° C. para florear, pero el clima ha estado por encima de los 21 ° C. lo que impide la llegada de la floración.
Drama Agrícola
El Servicio para el Desarrollo Integral Rural (SEDIR), institución que brinda soporte técnico y capacitación a pequeños productores, visitó varios campos para constatar el drama que viven los agricultores y corroboró que en algunas zonas la floración es nula pese a los esfuerzos e inversión que se ha realizado para inducir a la planta con el uso de insumos químicos.
“Yo he invertido bastante en la planta pese a que los insumos han subido de precio. Sin embargo, la planta no ha floreado y todos estamos asustados. Mis plantas apenas han floreado un 20 %, las pérdidas serán grandes”, explicó el agricultor Max Comesaña.
Los productores de mango invierten en promedio S/ 10 mil por cada hectárea con la finalidad de tener un producto de calidad.
Moro y el valle de Nepeña tienen 1200 hectáreas de mango con 1000 pequeños productores quienes sufrirán el impacto económico negativo. El golpe, en realidad, lo sufre toda la cadena productiva del sector.
“Al no haber mango no habrá cosecha, no se podrá contratar personal y los dueños de los predios tampoco contratarán otros servicios de manejo para sus plantas. Entonces, la situación es bastante crítica debido a que la economía familiar de los productores en el valle de Nepeña se verán notablemente afectados”, resalta el director ejecutivo de SEDIR, Juan Cerna Espinoza.
La región Áncash es la segunda en exportar mango después de Piura donde la afectación es mucho mayor y llega hasta aproximadamente el 90 % de pérdida de productividad en los campos por efectos del cambio climático.
Los productores de mango no la pasan bien desde hace 2 campañas debido a los bajos precios. En la última campaña el precio en chacra del mango que se exporta vía marítima cayó a S/ 1 el kilo, mientras que el kilo del precio de la fruta que se exporta vía aérea fue de S/ 1.8, la mitad de lo que se pagaba en años anteriores. Tiempos difíciles para todos.