La ciudad de Huaraz se viste de fiesta, marcando el inicio de una semana llena de tradiciones, devoción y conexión con las raíces culturales. La fiesta de las Cruces Campesinas no solo es un evento local, sino un testimonio viviente de la rica historia y diversidad cultural que enriquece a esta vibrante comunidad.
Desde la década de los 80 del siglo pasado, las fiestas de las Cruces Campesinas han sido una tradición arraigada en Huaraz, marcando el inicio de la semana previa a los Carnavales por disposición episcopal.
Hoy, domingo 4 de febrero, la ciudad de Huaraz se sumerge en una gran celebración que involucra a todos los estamentos sociales, destacando la participación activa de los campesinos, quienes literalmente toman la ciudad con sus cruces. Estos símbolos son llevados desde sus lugares de origen para ser bendecidos en los templos más destacados de la ciudad, con especial énfasis en La Soledad y San Francisco.
«No es solo una tradición, es un acto para que recuperen su poder», expresa Noemí López, co-investigadora junto a María Amez, quienes recientemente entregaron un revelador trabajo de investigación sobre estas festividades. El estudio destaca la importancia de la fiesta de las cruces como un elemento único de la identidad huaracina, subrayando la necesidad de valorarla en su real dimensión.
La presencia de los campesinos, sus cruces y la espiritualidad que impregna esta festividad, consolidan la conexión entre la ciudad y sus raíces, proporcionando a los habitantes de Huaraz un recordatorio tangible de su rica herencia cultural.
Esta celebración, que precede a los Carnavales, no solo es un espectáculo visual y espiritual, sino también una oportunidad para que la comunidad local se una en la celebración de sus tradiciones, fortaleciendo la identidad colectiva y la preservación de la cultura huaracina.
Los templos de La Soledad y San Francisco se convierten en epicentros de la devoción y la veneración, donde las cruces son bendecidas en ceremonias que reflejan la arraigada espiritualidad de la población. La presencia de fieles y visitantes en estos lugares sagrados contribuye a la solemnidad y trascendencia de la festividad.
En un momento en el que la modernidad a menudo amenaza con relegar las tradiciones, la fiesta de las Cruces Campesinas emerge como un recordatorio elocuente de la importancia de preservar y valorar las raíces culturales. La investigación de Noemí López y María Amez arroja luz sobre el significado profundo de esta celebración, proporcionando a la comunidad una base sólida para comprender y apreciar plenamente la riqueza de su patrimonio.