La comunidad de Huallin, en el distrito de Chacas, provincia de Asunción, se enfrenta a una grave amenaza ambiental tras acusar a la minera Silver Hills de contaminar las aguas de la quebrada Wichganga, vital para la agricultura y el consumo humano.
Señalan que, el desastre ecológico se desencadenó cuando desechos de las operaciones mineras, supuestamente sin controles adecuados, se vertieron en la quebrada Wichganga, causando un desbordamiento que afectó el agua que fluye hacia el río Yanamayo. Los pobladores, dependientes de estas fuentes para sus cultivos y consumo, han presentado denuncias ante la fiscalía, la DREM y la ANA.
Aunque las autoridades realizaron una visita para evaluar los daños, la comunidad expresa su temor de que no se emita un informe transparente. La desconfianza en las acciones internas ante problemas ambientales persiste, según los habitantes locales, quienes urgen a las autoridades a representar los intereses de la comunidad y exigir responsabilidades a la empresa minera.
Este episodio no solo subraya los riesgos de la actividad minera sin controles ambientales, sino también la necesidad de la participación ciudadana y el papel crucial de las autoridades en la protección del medio ambiente y el bienestar de las comunidades afectadas. Los pobladores instan a una respuesta inmediata y un compromiso decidido para abordar esta crisis ambiental y asegurar la preservación de sus recursos naturales.