Los productores de papa del distrito de Pamparomás, ubicado en la región de Áncash, enfrentan una situación preocupante debido a la aparición de la rancha (Phytophthora infestans) en sus campos de cultivo. Esta enfermedad, favorecida por las constantes lluvias y alta humedad, ha afectado varios caseríos en la subcuenca del Río Loco, poniendo en riesgo la cosecha de los pequeños agricultores de la zona.
Lucio Milla Cadillo, residente del caserío de Huarac Hurán, expresó su inquietud ante la situación: «Hay rancha en varios caseríos como Pampacancha, Huáscar, Pucará, Pisha, Nununga y Antaracá. La papa es uno de nuestros principales cultivos y tenemos miedo de perderlo». Estos pueblos, ubicados a más de 3,000 metros sobre el nivel del mar, dependen en gran medida de la producción de papa para su sustento.
Ante esta problemática, el Servicio para el Desarrollo Integral Rural (SENASA) y el Servicio Nacional de Sanidad Agraria (Senasa) han comenzado una serie de capacitaciones dirigidas a los agricultores locales. El objetivo es que los productores aprendan a identificar los síntomas de la rancha de la papa y adopten medidas de prevención y control adecuadas para proteger sus cultivos.
El ingeniero del Senasa, Marvin Herrada Veramendi, explicó durante una de las charlas realizadas en el local del Tambo Pisha, en el Centro Poblado de Pisha: «La enfermedad es bastante dañina y puede acabar con todo el cultivo si no se controla a tiempo. Es fundamental monitorear el campo constantemente y tomar medidas como el uso de semilla certificada y evitar campos con mal drenaje».
Además de las recomendaciones sobre el manejo de la enfermedad, los agricultores también recibieron orientación sobre prácticas agrícolas que ayudan a prevenir la propagación de la rancha, como la rotación de cultivos, el adecuado distanciamiento entre surcos y plantas, y la eliminación de restos de cosecha del campo.
El Programa Nacional Plataformas de Acción para la Inclusión Social (PAIS) colaboró con el préstamo del tambo para la realización de estas capacitaciones. Asimismo, los participantes recibieron insumos ecológicos para el manejo de sus cultivos, en un esfuerzo conjunto por parte de las instituciones para apoyar a los pequeños productores en la protección de sus cosechas ante la amenaza de la rancha de la papa.