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Kobe Bryant: una leyenda que sigue muy viva

Cuando los aficionados al mundo del deporte conocieron la pérdida de Kobe Bryant, sintieron que se fue algo más que un deportista. Nos dejó un auténtico símbolo de la NBA que seguiría muy vivo no solo por su juego, sino también por los valores que desprendía cuando se calzaba unas zapatillas de baloncesto y saltaba a la cancha. Un jugador que hacía vibrar a millones de personas con sus acciones y que siempre potenciaba a los Lakers en los pronósticos de cada casa de apuestas.

Pocos jugadores en la NBA han pasado su carrera vistiendo la casaca de la misma franquicia. Este es el caso de Kobe Bryant y sus más de 20 cursos defendiendo los colores de los de púrpura y oro. Este es uno de los hechos que le han permitido convertirse en una figura icónica y el rostro de la franquicia. Durante su tiempo con los Lakers, ganó cinco campeonatos de la NBA (2000, 2001, 2002, 2009, 2010), estableciendo una dinastía junto con Shaquille O’Neal y luego liderando al equipo como su estrella indiscutible.

En el deporte como en la vida nada es casualidad. Para cumplir con los objetivos y con las metas, se tiene que realizar esfuerzos y sacrificios que posteriormente suelen ser recompensados. “La Mamba Negra”, ese era su apodo, era conocido por su ética de trabajo inquebrantable, su mentalidad competitiva y su dedicación al perfeccionamiento de su oficio. Su enfoque feroz en el entrenamiento y su capacidad para elevar su juego en momentos clave lo convirtieron en uno de los jugadores más respetados y temidos en la historia de la NBA.

Varias generaciones fueron afortunadas de ver a Kobe Bryant en vivo sobre una cancha de baloncesto. Era un talento incomparable, con una habilidad para anotar desde cualquier posición y en cualquier situación. Era un tirador mortal, un defensor tenaz y un pasador hábil, capaz de adaptarse a diferentes roles según las necesidades del equipo.

Pero lo cierto es que Kobe Bryant dejó un legado mucho más allá del baloncesto a través de sus acciones humanitarias. Fundó la Mamba Sports Academy para ayudar a desarrollar el talento juvenil en el deporte, ganó un Premio de la Academia por su cortometraje animado «Dear Basketball», y fue un defensor apasionado de diversas causas sociales y humanitarias.
En definitiva, el legado de Kobe Bryant en Los Angeles Lakers y en la NBA es uno de los más grandes en la historia del deporte de la canasta. Su impacto tanto dentro como fuera de la cancha continuará siendo recordado y celebrado por generaciones venideras de aficionados del baloncesto en todo el mundo. El eterno 24 de los Lakers continúa más vivo que nunca en el recuerdo de millones de personas de todo el globo terráqueo.

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