El sacerdote Luis Gordillo, representante de la diócesis de Huaraz, ha revelado que la planta de oxígeno instalada en Los Pinos se enciende solo una vez al mes para recargar balones de oxígeno. Esta planta, según sus declaraciones, está generando un déficit para la diócesis debido al alto costo de operación y el bajo ingreso que genera.
«La planta de oxígeno en Los Pinos se enciende solo una vez al mes debido al costo de energía y el mantenimiento que requiere. A pesar de que algunas personas llevan balones de oxígeno para cargarlos, los ingresos generados no cubren los gastos. El costo de la energía es elevado y también tenemos personal encargado de operar la planta», señaló el sacerdote.
Según Gordillo, están evaluando la posibilidad de transferir la planta a un hospital que realmente la necesite y pueda mantenerla. Sin embargo, destacó que debe ser un hospital que justifique la capacidad de producción de la planta, ya que no cualquier institución puede asumir los costos de operación.
«La planta de oxígeno fue instalada para servir a la comunidad durante la pandemia, pero ahora está generando un déficit para la diócesis. Estamos buscando un hospital que realmente necesite la planta y pueda sostenerla. Hasta el momento, no hemos encontrado un lugar que cumpla con estos requisitos», explicó el sacerdote.
Por el momento, la planta de oxígeno sigue operando en Los Pinos, pero la diócesis espera encontrar pronto un hospital que pueda hacer uso de ella de manera efectiva y sostenible. Mientras tanto, continuarán evaluando opciones para evitar que se convierta en una carga económica.