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Chimbote: en proceso de 20 horas sentencian a hombre por agredir a su expareja

En un juicio expedito, el Primer Juzgado de Investigación Preparatoria del Módulo de Flagrancia de la Corte Superior de Justicia del Santa sentenció a Jhonny Paul Carlos Alejandro por golpear a su exconviviente en el distrito de Nuevo Chimbote. El proceso judicial, que culminó en una condena de 1 año y 11 meses de prisión suspendida y 98 jornadas de prestación de servicios a la comunidad.

El incidente de violencia ocurrió al mediodía del lunes pasado 3 de junio, cuando la víctima se encontraba en la casa de su madre. Carlos Alejandro, en aparente estado etílico, irrumpió en el domicilio y sin mediar palabra, lanzó un puñetazo a la cara de su expareja. La agresión fue presenciada por familiares de la víctima, quienes inmediatamente intervinieron, expulsando al agresor y llamando a la Policía .

Antes de la audiencia el magistrado Andrés Vargas Celis instó a las partes a considerar una solución alternativa al conflicto. Carlos Alejandro aceptó la responsabilidad por sus acciones y manifestó su intención de reparar el daño causado. Como resultado, se le impuso una sentencia que incluye 98 jornadas de prestación de servicios comunitarios, el pago de 1000 soles como reparación civil, y la prohibición de acercarse o comunicarse con la víctima. Además, se ordenó que reciba terapia psicológica y se someta a un programa de desintoxicación para abordar su comportamiento agresivo derivado del consumo excesivo de alcohol.

Este caso subraya la gravedad de la violencia de género en la región y la necesidad de una respuesta rápida y efectiva por parte del sistema judicial. La violencia contra la mujer sigue siendo un problema persistente y devastador, que requiere no solo castigo para los agresores, sino también medidas preventivas y de rehabilitación. La sentencia a Carlos Alejandro muestra un enfoque integral, buscando no solo sancionar la agresión, sino también rehabilitar al culpable y proteger a la víctima. Sin embargo, para erradicar verdaderamente esta problemática, es esencial que la sociedad en su conjunto se comprometa a cambiar las actitudes y comportamientos que perpetúan la violencia de género.

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