El jefe de operaciones del área de serenazgo de Huaraz, en declaraciones recientes, reveló un incremento en las intervenciones a personas en estado de ebriedad y alterando el orden público en la zona del Barranquito. Durante el último fin de semana, el personal de serenazgo tuvo que intervenir en múltiples ocasiones, destacando un incidente particularmente conflictivo.
El último sábado por la mañana, los agentes de serenazgo intervinieron a un grupo de jóvenes que protagonizaban una pelea en plena vía pública del sector José de la Mar, específicamente en el parque conocido como Barranquito. Según el jefe de operaciones, estos jóvenes se enfrentaron violentamente debido a un problema sentimental, causando disturbios que requirieron la intervención conjunta de la Policía Nacional y el Serenazgo de Huaraz.
«El comportamiento de estas personas durante la intervención fue sumamente irrespetuoso», indicó el jefe de operaciones. «Insultaron al personal de serenazgo y, al ser trasladados al hospital de Huaraz por presentar heridas leves, continuaron con su actitud agresiva y faltas de respeto hacia el personal médico.», reportó.
Las heridas que presentaban los involucrados eran principalmente golpes de puño, resultado de la pelea. Tras recibir atención médica, fueron llevados a la comisaría de Huaraz para las acciones legales correspondientes.
El jefe de operaciones destacó que este tipo de intervenciones se ha vuelto recurrente, especialmente durante los fines de semana. «Es común encontrar a personas en estado etílico en el parque del Barranquito los viernes y sábados. jóvenes durmiendo en la vía pública después de beber sin control, quienes a menudo terminan siendo víctimas de robos.»
Este aumento en las intervenciones refleja una problemática social que las autoridades no pueden ignorar. La concentración de personas en estado de ebriedad en el parque del Barranquito durante los fines de semana no solo altera el orden público, sino que también incrementa la vulnerabilidad de estos individuos a ser víctimas de robos y agresiones. Este patrón de comportamiento sugiere una necesidad urgente de intervención comunitaria y de estrategias más efectivas por parte de las autoridades locales.