El Observatorio de Criminalidad del Ministerio Público ha revelado un incremento alarmante en los casos de violación sexual contra menores en Perú. Las cifras indican que el 49.4% de los condenados por estos delitos pertenecen al círculo familiar de las víctimas, destacando un problema grave y creciente en la sociedad.
El informe ejecutivo titulado ‘Caracterización de la violación sexual de niñas, niños y adolescentes menores de 14 años’ analiza dictámenes emitidos por la Fiscalía Suprema de Familia y revela que el 93.5% de las víctimas son niñas y adolescentes mujeres, mientras que el 6.5% son niños y adolescentes varones. Además, un 90% de las víctimas tienen entre 7 y 13 años, una franja de edad particularmente vulnerable.
El informe también destaca que el 100% de los condenados por violación sexual de menores son hombres. Lima concentra el mayor número de casos con un 64.9%, seguida por Callao con un 6.9% y Junín con un 5.4%. Ancash, por su parte, concentra el 1.8% de los casos de violencia sexual.
La situación se agrava al considerar que casi la mitad de los condenados son familiares de las víctimas. Esto subraya la complejidad del problema, dado que el entorno familiar, que debería ser seguro, se convierte en un escenario de abuso y violencia.
«Cinco de cada diez condenados pertenecían al círculo familiar de las víctimas,» señala el informe, evidenciando una crisis de confianza y protección en el núcleo familiar.
La violencia sexual no solo se manifiesta en abusos, sino también en embarazos adolescentes. En la última década, más de medio millón de menores de edad dieron a luz en Perú. En 2022, se registraron 50 mil partos de menores entre 11 y 19 años, y en 2023, la cifra alcanzó los 42 mil. En 2024, hasta el 14 de abril, ya se han reportado 9,382 alumbramientos en este grupo etario.
Este panorama desolador exige una respuesta urgente y coordinada de las autoridades y la sociedad civil. Es imperativo implementar políticas públicas que protejan a los menores y fortalezcan los mecanismos de denuncia y atención. Asimismo, se debe trabajar en la sensibilización y educación de la ciudadanía para prevenir estos actos y apoyar a las víctimas de manera efectiva.
La situación de violencia sexual contra menores en Perú no puede seguir siendo un problema invisible. Las estadísticas son un llamado de atención que no debe ser ignorado, y es responsabilidad de todos actuar para proteger a los más vulnerables.