Los trabajadores del Servicio Nacional de Sanidad Agraria (SENASA) de Áncash han iniciado hoy una huelga nacional indefinida para exigir mejoras laborales y un aumento salarial que ha estado congelado durante 14 años. La representante de los trabajadores en Áncash, Marlene Ferrer Reynaldo, destacó que la huelga no cesará hasta que sus demandas sean escuchadas y atendidas.
«Lo principal que estamos empezando es nuestra huelga indefinida porque no es paro de uno, dos o tres días, es indefinida hasta que nos escuchen y atiendan nuestros pedidos por un sueldo digno», afirmó Ferrer Reynaldo. La representante destacó que, a pesar de ser una de las entidades más grandes del país y contribuir significativamente a la sanidad agraria y animal, los trabajadores de SENASA son los menos remunerados dentro del Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (MIDAGRI).
Ferrer Reynaldo explicó que los sueldos de los trabajadores han estado congelados durante más de 14 años, a pesar de la importancia de su labor en la sanidad y exportación agrícola, mencionando que Áncash se ha convertido en uno de los mayores exportadores de mango, palta y arándanos. «A nosotros, siendo los aportantes más grandes del MIDAGRI, somos los menos pagados, los más maltratados», indicó.
A lo largo de los años, se han realizado mesas de diálogo sin resultados concretos. «Sí, ha habido mesas, hemos conversado, hemos dialogado, pero no somos escuchados. Es por eso que estamos solicitando en estos momentos el incremento remunerativo y el cumplimiento de las sentencias y de los pagos de muchos compañeros que han sido restituidos pero no atendidos debido a malas gestiones», comentó Ferrer Reynaldo.
Además del aumento salarial, los trabajadores exigen la aprobación de una nueva escala remunerativa y el retiro inmediato del jefe nacional de SENASA, quien, según Ferrer Reynaldo, «no atiende nuestros pedidos, hace oídos sordos. Siempre lo hacen, faltando unos días para que inicie nuestra huelga recién dicen que están gestionando, pero ya no lo creemos».
La huelga cuenta con el respaldo de más de 3000 trabajadores a nivel nacional, de los cuales 79 están sindicalizados en Áncash. «Ni un paso atrás hasta ser escuchados», enfatizó Ferrer Reynaldo, indicando que la medida se radicalizará si no obtienen una respuesta favorable. «La mayoría estamos en las calles por nuestras familias, por un sueldo digno, por nuestra dignidad», concluyó.