La recuperación de las fajas marginales del río Quilcay y otros cuerpos de agua en Huaraz enfrenta serios obstáculos debido a la falta de cooperación de los actuales ocupantes y la necesidad de una mayor coordinación entre las autoridades locales y nacionales. Así lo afirmó el ingeniero Jorge Ninantay, quien ha sido un crítico constante de la gestión territorial en la región.
«Es urgente que se trabaje conjuntamente con la municipalidad provincial de Huaraz, el procurador y otras autoridades pertinentes para abordar esta problemática. A pesar de las intervenciones y denuncias de los moradores, los ocupantes siguen sin liberar estas áreas,» declaró Ninantay.
A pesar de contar con una resolución del 2002 que establece una franja de protección de 10 metros en ambas márgenes del río Quilcay, su implementación ha sido deficiente. Los actuales ocupantes, algunos con más de tres décadas en el lugar, no poseen títulos de propiedad que los autoricen a estar allí, lo que complica aún más la situación.
Ninantay destacó que este problema no es exclusivo de Huaraz. «Las invasiones de fajas marginales se han extendido a nivel regional afectando ríos como el Santa y el Casca. La falta de un proyecto de desarrollo urbano coherente ha permitido que estas áreas sean ocupadas sin control,» añadió.
La recuperación de estas zonas requiere un proceso largo y complejo, que incluye la notificación a los ocupantes, la imposición de sanciones y la restauración de las áreas afectadas. «Aunque es un procedimiento que puede tardar, es crucial iniciarlo debido a la peligrosidad de posibles eventos naturales,» subrayó Ninantay, recordando el desbordamiento ocurrido el 7 de diciembre de hace dos años, que erosionó significativamente la margen izquierda del río.
La ocupación ilegal ha reducido el cauce de los ríos, incrementando el riesgo de desastres. «Las construcciones, tanto rústicas como modernas, han contribuido al estrechamiento de los ríos, creando un riesgo significativo para la población,» señaló.
La situación actual exige una acción coordinada y efectiva entre las autoridades para evitar futuros desastres y garantizar un desarrollo sostenible. Es fundamental que todas las partes involucradas retomen las acciones necesarias para resolver esta problemática y asegurar la seguridad de la población.