En un esfuerzo por mejorar la preparación y respuesta ante desastres naturales, el jefe de gestión de riesgo del Gobierno Regional de Áncash, Rafael Macedo, informó que se está llevando a cabo un plan de simulación con la participación de diversas autoridades locales, regionales y entidades públicas. Este ejercicio, de carácter obligatorio según una directiva nacional, se desarrolla en tres escenarios específicos: el Callejón de Huaylas, la zona costera y la región de los Conchucos.
«Tenemos tres escenarios: un terremoto con repercusión de aluvión en el Callejón de Huaylas, un sismo con posible tsunami en la zona costera, y movimientos de masas en la región de los Conchucos», explicó Macedo. «Este ejercicio se lleva a cabo hoy desde las 8 de la mañana hasta las 5 de la tarde, y cuenta con la participación de diversas autoridades y entidades de primera respuesta», agregó.
El simulacro forma parte de una serie de ejercicios que culminarán el 15 de agosto en Chimbote, que será el punto focal para replicar la experiencia. Macedo destacó la importancia de la participación masiva de la población y la coordinación entre los gobiernos locales y regionales. «Esperamos que, al igual que en Caraz, la población de Chimbote participe activamente en este ejercicio. Es un trabajo articulado entre el gobierno local, regional y las entidades públicas, establecido por ley y de carácter obligatorio en todas las jurisdicciones», afirmó.
En el simulacro están participando las 20 provincias de la región y sus 176 distritos, así como todas las autoridades de primera respuesta. «Estamos realizando estos trabajos de simulación para estar preparados y poder reducir la mayoría de los daños en caso de un evento real», mencionó Macedo. «La experiencia internacional nos muestra que una población preparada reduce significativamente el número de víctimas y daños», añadió.
Macedo informó que la mayoría de las provincias ya cuentan con planes de contingencia y previsión, y que se espera que para agosto todos los distritos de Áncash tengan estos planes listos. «El ejercicio nos ayuda a estar mejor preparados. Una población bien entrenada y coordinada con sus autoridades puede salvar vidas y minimizar los daños», concluyó.