Esta mañana, un grupo de obreros del proyecto de contingencia del CISEA Huarupampa llevó a cabo un plantón frente a la sede del Gobierno Regional de Áncash para exigir la definición de una nueva supervisión para la obra, así como garantizar la continuidad del proyecto y el pago de los salarios adeudados. Esta protesta surge en un contexto de creciente preocupación entre los trabajadores debido a la falta de valorizaciones y la incertidumbre laboral.
Según explicó el representante de los trabajadores, el conflicto comenzó hace dos semanas, cuando la supervisión de la obra abandonó el sitio sin previo aviso. A pesar de que los obreros continuaron realizando sus labores de construcción, la falta de supervisión impidió la correcta realización de las valorizaciones necesarias para el avance del proyecto; como resultado, la plana técnica de la empresa notificó a los trabajadores que la obra sería suspendida debido a la ausencia de supervisión, lo que impide llevar a cabo las valoraciones.
El representante de los trabajadores también destacó que el principal temor de los obreros es quedar sin pagos y sin empleo; la posible paralización del proyecto afectaría directamente a más de 50 personas que dependen de este trabajo para su sustento.
Ante ello, se subraya la necesidad urgente de resolver estas cuestiones para evitar mayores perjuicios para los trabajadores y garantizar la continuidad de la obra. Los obreros piden una pronta respuesta de las autoridades y un compromiso firme para asegurar el pago de sus salarios y la reanudación del proyecto bajo condiciones adecuadas.