En la mañana del viernes, 9 de agosto, el presidente de la Asociación Mundial de Psicología en Emergencias del Perú – Fernando Azálgara Cuadros, enfatizó la importancia de proporcionar atención psicológica a los afectados por desastres naturales dentro de las primeras 72 horas para evitar secuelas duraderas en la salud mental. Según el experto, la intervención temprana es crucial para mitigar los efectos adversos que un evento traumático puede tener en el bienestar psicológico de las personas.
El presidente subrayó que la pandemia de COVID-19 ha exacerbado los problemas de salud mental en el país, aumentando las tasas de suicidios, alcoholismo y violencia intrafamiliar. Este impacto ha puesto de manifiesto la necesidad de fortalecer los recursos y el apoyo psicológico en las familias para abordar estos desafíos emergentes.
En su declaración, también criticó el manejo de la salud mental en situaciones de emergencia por parte del gobierno y las autoridades regionales, señalando que la atención psicológica a menudo se descuida durante y después de los desastres. Afirmó que es esencial que las autoridades prioricen la salud mental y aseguren que haya profesionales capacitados disponibles para trabajar en medidas preventivas y de apoyo para la población afectada.
El presidente hizo un llamado urgente a mejorar la coordinación entre las instituciones de salud y los organismos de emergencia para garantizar que se implementen estrategias efectivas de atención psicológica. Destacó que una respuesta integral y bien planificada no solo ayuda a las víctimas a superar el trauma inmediato, sino que también contribuye a la recuperación a largo plazo de las comunidades afectadas.
Con estas medidas, se busca evitar que el estrés postraumático y otras secuelas psicológicas se conviertan en problemas persistentes para los individuos y las comunidades, mejorando así la capacidad de las personas para enfrentar y recuperarse de ecenas traumáticas luego de emergencias.