El Proyecto Especial Chavimochic ha reabierto la Planta de Tratamiento de Agua Potable (PTAP) para procesar agua del río Santa, destinada al consumo humano en Trujillo, región La Libertad. La decisión se tomó luego de que los exámenes realizados a las muestras de agua, tras el derrame de residuos minerales en Pallasca, Áncash, confirmaran que los niveles de metales pesados están por debajo de los límites máximos permisibles.
Los análisis fueron llevados a cabo en dos laboratorios acreditados por el Instituto Nacional de Calidad (Inacal): NKAP y el Laboratorio Regional del Agua del Gobierno Regional de Cajamarca. Ambos laboratorios certificaron que el agua tratada es apta para el consumo humano. Según un comunicado emitido por Chavimochic, las válvulas de la PTAP fueron reabiertas a las 5:17 de la tarde del miércoles 14 de agosto, permitiendo el suministro de agua potable a Sedalib S.A., la cual será distribuida a la población trujillana.
Sedalib informó que el servicio de agua potable en Trujillo se restablecerá completamente en las próximas horas. La reapertura de la planta trae alivio a miles de familias que se vieron afectadas por la interrupción del suministro tras el accidente en la bocamina.
Mientras tanto, en la provincia del Santa, en Áncash, la situación sigue siendo de cautela. La empresa de saneamiento Sedachimbote está a la espera de los resultados de un análisis completo de metales pesados encargado al laboratorio de Cerper, cuyos resultados estarán disponibles el viernes 16 de agosto. Las autoridades en esta provincia han decidido permitir el uso del agua del río Santa solo para la agricultura, debido a que los primeros exámenes indicaron que los niveles de ciertos metales pesados, aunque seguros para el uso agrícola, superan los límites establecidos para el consumo humano.