Jaime Salazar, Director de Epidemiología de la Dirección Regional de Salud de Áncash (Diresa), dio a conocer que se han detectado tres posibles casos de mpox, anteriormente conocida como viruela del mono, en la región. Estos casos han sido derivados para estudios y descarte respectivo, y se espera la confirmación del diagnóstico a través del Instituto Nacional de Salud.
Salazar explicó que la enfermedad, rebautizada como mpox por recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha empezado a mostrar nuevas variantes preocupantes, especialmente en África, donde se ha reportado una diseminación rápida de la enfermedad. «Estamos atentos a la evolución de estas nuevas variantes, ya que podrían implicar una diseminación más rápida y formas más graves de la enfermedad», destacó.
El director detalló que, a nivel nacional, hay 77 casos en investigación, aunque aclaró que estos pertenecen a la variante anterior de mpox y no a la nueva variante detectada en África.
La enfermedad, en su fase inicial, presenta síntomas que pueden confundirse con otras enfermedades virales, como fiebre alta (superior o igual a 38 grados centígrados), dolor de cabeza, dolores musculares y articulares, y cansancio. Sin embargo, después de cinco a seis días, aparecen erupciones cutáneas que son la señal distintiva de esta enfermedad. «Cuando una persona presenta estos síntomas y ha estado en contacto con alguien que tiene erupciones cutáneas, recomendamos acudir de inmediato a los establecimientos de salud para un diagnóstico clínico y de laboratorio», añadió Salazar.
Mayor gravedad y riesgos para la salud
Según reportes de la OMS, la nueva variante de mpox, conocida como variante 1b, es más severa y agresiva, lo que incrementa el riesgo de formas graves de la enfermedad y, en consecuencia, una mayor probabilidad de mortalidad. Salazar subrayó que, aunque no existe un tratamiento específico para mpox, las medidas preventivas y de vigilancia epidemiológica son esenciales para controlar su propagación.
El año pasado, Perú recibió una dotación de vacunas destinada a grupos de primera línea y poblaciones vulnerables, como personas viviendo con VIH, personas inmunodeprimidas y aquellos con comorbilidades que pueden facilitar formas graves de la enfermedad. “El personal de salud también fue considerado un grupo vulnerable y priorizado en la vacunación, dada su exposición directa en la atención de pacientes”, afirmó.
Medidas de prevención y vigilancia
Aseguró que, la Diresa ha mantenido un estricto control epidemiológico y continúa recomendando el uso de equipos de protección personal, como guantes y mascarillas, para evitar la transmisión del virus por contacto directo o indirecto.
«Instamos a la población a mantenerse alerta ante los síntomas de mpox, como fiebre, malestar general, dolores articulares, y especialmente erupciones cutáneas. Es crucial acudir a los centros de salud para recibir atención y diagnóstico adecuado, y tomar muestras para confirmar la enfermedad», concluyó Salazar.
Hasta el momento, Áncash ha confirmado 15 casos de mpox de la variante anterior, pero la detección de estos tres nuevos casos sospechosos pone en alerta a las autoridades y a la comunidad médica, quienes esperan los resultados de los análisis que determinarán si se trata de la nueva variante más agresiva.