Hoy, 29 de agosto, dos visitantes que arribaron a la ciudad de Huaraz desde Lima se encuentran en una situación angustiante tras haber sido víctimas de un robo por parte de un falso taxista; según sus testimonios, los hechos ocurrieron a las 6:15 a.m. cuando las víctimas llegaron a la «Agencia Exclusiva». sede Huaraz, con la esperanza de iniciar su estadía en la ciudad sin mayores contratiempos. Sin embargo, su experiencia se vio empañada cuando un individuo, haciéndose pasar por taxista, fugó disimuladamente con sus pertenencias.
Ante la gravedad de la situación, las víctimas han lanzado un llamado urgente a la comunidad huaracina para que colaboren en la localización del equipaje robado.
“Si alguien tiene el equipaje o información sobre su paradero, pedimos encarecidamente que lo devuelvan. Lo pueden hacer de manera anónima en la misma agencia de la empresa Exclusiva” expresaron con preocupación.
Las víctimas ya han realizado las denuncias correspondientes ante las autoridades locales, con la esperanza de que se inicien las investigaciones necesarias para dar con el paradero del falso taxista. No obstante, están conscientes de que el tiempo es crucial y que la colaboración de la comunidad puede marcar la diferencia para recuperar lo perdido.
El equipaje robado contiene objetos de gran valor, no solo económico, sino también personal y emocional para los visitantes, quienes se encuentran en una situación desesperada. Ante la posibilidad de que alguien tenga información sobre el paradero del equipaje o sobre la identidad del responsable, han habilitado un número de contacto (949 642 181) para recibir cualquier pista que pueda ayudar a resolver este lamentable incidente.
“Estamos dispuestos a recibir cualquier información de manera confidencial y sin represalias. Solo queremos nuestras pertenencias de vuelta” reiteraron las víctimas, haciendo hincapié en que su única prioridad es la recuperación del equipaje, no la persecución del individuo.
Este tipo de situaciones destaca la necesidad de mayor seguridad y control en las estaciones y terminales de transporte, donde los visitantes a menudo confían en servicios que, como en este caso, resultan ser fraudulentos.