En la mañana de hoy, Alejandro Cano – ex presidente del Comité de Gestión del Centro de Salud de Huarupampa, expresó su profunda preocupación por el estado de los materiales destinados al plan de contingencia para la nueva construcción del Centro de Salud del Huarupampa, y es que alertó que estos materiales, esenciales para la continuación del proyecto, se encuentran a la intemperie y corren un grave riesgo de deterioro debido a la inminente temporada de lluvias.
Cano explicó que la paralización de las obras, que ya suma aproximadamente 30 días, ha dejado expuestos los materiales de construcción, lo que podría comprometer la calidad y seguridad de la infraestructura una vez que se reanuden las labores.
«Es urgente que el Gobierno Regional de Áncash defina de una vez la supervisión necesaria para reiniciar las actividades. No podemos permitir que todo el esfuerzo y la inversión realizada hasta ahora se pierdan» enfatizó Cano.
Según lo manifestado por el Gerente General del Gobierno Regional de Áncash – Marco La Rosa Sánchez, esta semana debía haberse dado una solución para el reinicio de las obras y las coordinaciones con la empresa contratista encargada. Sin embargo, Cano subrayó que hasta la fecha no se han recibido noticias alentadoras, lo que aumenta la incertidumbre entre los ciudadanos y las autoridades médicas involucradas.
«Este proyecto ha sido fruto de una lucha constante y de un esfuerzo colectivo. Muchas personas han trabajado arduamente para que se lleve a cabo, y ahora estamos al borde de perder lo avanzado, debido a la falta de acción por parte de las autoridades» afirmó Cano, haciendo un llamado urgente para que el Gobierno Regional tome medidas inmediatas antes del inicio de las lluvias.
El Centro de Salud de Huarupampa es una obra anhelada por la comunidad, que durante años ha luchado por contar con una infraestructura adecuada que permita brindar servicios de salud de calidad a la población; destacó la importancia de que las autoridades regionales actúen con celeridad para evitar que los materiales se deterioren, lo que no solo implicaría un retraso en la obra, sino también un aumento en los costos y un impacto negativo en la salud de los ciudadanos que dependen de este centro.
Cano finalizó su declaración instando a que se realicen las gestiones necesarias para garantizar la culminación de la obra antes de que las lluvias comiencen, evitando así un posible desastre que podría poner en peligro tanto la inversión realizada como el bienestar de la comunidad.