La tarde del 15 de septiembre, un incendio forestal de gran magnitud se desató en el centro poblado de Coirocsho, ubicado en el distrito de Pueblo Libre, provincia de Huaylas, Áncash. El siniestro consumió una hectárea y media de cobertura natural, dañando principalmente pastizales, arbustos y árboles de eucalipto, que forman parte del entorno ecológico de la zona.
De acuerdo con el informe del Centro de Operaciones de Emergencia Regional (COER) de Áncash, el incendio fue finalmente controlado gracias al esfuerzo de siete pobladores de la localidad, quienes, provistos de herramientas rudimentarias como lampas y picos, realizaron labores intensivas para evitar que el fuego se extendiera. A las 15:30 horas, los pobladores lograron sofocar completamente las llamas.
El incendio no afectó viviendas cercanas ni causó víctimas, sin embargo, el impacto en el ecosistema local es significativo, ya que la vegetación destruida juega un papel crucial en la protección del suelo y la conservación de la biodiversidad en la zona. Las autoridades locales y regionales, en coordinación con el COER, están evaluando los daños para establecer acciones de reforestación y prevención de futuros incendios.
Hasta el momento, no se han determinado las causas exactas del siniestro, aunque no se descarta que la quema agrícola incontrolada o las actividades humanas relacionadas con el pastoreo puedan haber sido factores desencadenantes. Las autoridades han exhortado a la población a tomar precauciones y reportar cualquier indicio de fuego para evitar que estos eventos se repitan y continúen afectando el medio ambiente en la región.
El COER ha destacado la importancia de la rápida intervención de los pobladores, quienes actuaron con determinación ante la emergencia, demostrando una sólida capacidad de respuesta comunitaria.